Rosemere do Nascimento Silva, de 32 años, murió el domingo al estrellarse el helicóptero que había alquilado para llegar a su boda, y que sería una sorpresa para su novio, Udirley Damasceno.

En el suceso también murieron el piloto, Peterson Pinheiro; Silvano Nascimento da Silva, hermano de la novia; y la fotógrafa, Nayla Cristina Neves Lousada, que estaba embarazada de seis meses.

La caída se produjo a pocos kilómetros del sitio donde se iba a desarrollar la fiesta.

La novia tenía el sueño de llegar a la boda en helicóptero y sorprender a su prometido, pero mientras este estaba esperando en el altar se enteró del accidente, según el propietario del local, Carlos Eduardo Batista.

Rosemere junto a su novio, Udirley Damasceno. antes de la tragedia.

“El novio no sabía que ella iba a llegar en helicóptero. Sería una sorpresa para él y para todos los asistentes. Todas las novias tienen un sueño y el de ella era llegar en helicóptero a su boda sin que nadie lo supiera”, dijo Batista, uno de los pocos que sabían sobre la sorpresa, según el medio brasileño Globo.

Como el helicóptero aún no daba señales de llegar el organizador llamó al responsable de la aeronave, que le confirmó que había despegado a la hora prevista y ya debería haber llegado a su destino.

En el momento en el que se recibió la confirmación del suceso, Batista avisó al pastor de la ceremonia y fueron los dos los que se lo comunicaron al novio, que estaba “en estado de shock”.

Expertos del Instituto de Criminalística de la Policía de Sao Paulo y expertos en aeronáutica han comenzado a investigar el accidente.

Por su parte, la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) ha señalado que la aeronave tenía validada la inspección hasta el 16 de diciembre y que podía volar hasta el 1 de febrero de 2017 con una capacidad era de tres personas sin contar al piloto.

Así quedó el helicóptero que trasladaba a la novia.