La policía marroquí expulsó el domingo a Gloria Guzmán, de origen salvadoreño, quien participaría de un evento sobre memoria histórica y derechos humanos en la capital del Sáhara Occidental, El Aaiún.

Guzmán fue abordada por policías vestidos de civiles antes de que el avión tocara tierra, y fue obligada a pasar la noche sin orden de detención en el aeropuerto de Casablanca, según denunció una organización no gubernamental.

La salvadoreña trabaja para el Instituto Vasco de Estudios para la Cooperación y el Desarrollo, de la universidad del País Vasco, y había planeado participar desde el lunes hasta el miércoles en la jornada “Juntos contra la impunidad y el disimulo de la verdad”, organizado por la Asociación Saharaui de víctimas de violaciones de los derechos humanos.

La detenida denunció ante periodistas que se trataba de una detención ilegal ya que no fue notificada de delito alguno, y tampoco la policía se identificó debidamente, además señaló que las autoridades se limitaron a decirle que era una persona “non grata” y que no la autorizaban para poner pie en su territorio.

El pasaporte y equipaje de Guzmán fue confiscado y el gobierno la obligó a regresar en un vuelo de la Royal Air Maroc que saldría esta tarde hacia Madrid.

Ninguna fuente marroquí se ha pronunciado sobre la detención hasta el momento.

Las expulsiones de activistas pro saharauis llegados del extranjero son habituales, y suelen suceder con el mismo "modus operandi": policías marroquíes, casi siempre de civil, los obligan a regresar en el mismo avión sin dar explicaciones.

*Con información de agencia EFE