Cinco muertos, entre ellos una rehén, tres delincuentes brasileños y un policía local, así como 10 heridos de bala y dos detenidos es el saldo de un enfrentamiento armado registrado este jueves en Bolivia, tras un frustrado atraco a una joyería.

"Son cinco personas fallecidas: una civil, un teniente (de la policía) y tres atracadores", afirmó el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, citado por el diario El Deber de Santa Cruz, 900 km al este de La Paz, donde sucedieron los hechos.

El viceministro de Régimen Interior, Carlos Aparicio, confirmó al canal estatal de televisión TVB que los tres delincuentes abatidos por la policía son brasileños.

Romero informó que la mujer fallecida era empleada de la joyería asaltada, quien había sido trasladada a un hospital tras recibir un impacto de bala.

La mujer fue tomada como rehén y usada por uno de los delincuentes como escudo humano, cuando el grupo de atracadores intentaba huir del lugar, en el corazón económico de Santa Cruz, la ciudad más poblada del país.

Asimismo, 10 heridos de bala, entre civiles y policías, fueron ingresados al hospital, mientras la policía capturó a dos delincuentes.

Romero ligó el atraco a una acción del brasileño Primer Comando de la Capital, involucrado en otros hechos en Bolivia, como el robo a una remesa de la empresa de caudales Brinks en abril pasado y previamente a otra joyería.

"El PCC es responsable del atraco a Brinks, a la joyería 'Imperio' e intentaron atracar Eurochronos", la joyería atacada este jueves, acotó el ministro de Gobierno a El Deber.

Los incidentes comenzaron cuando un grupo de delincuentes intentó asaltar la tienda, pero el guardia de seguridad logró alertar a la policía.

Los uniformados rodearon el lugar, mientras los delincuentes intentaron huir con un jugoso botín y tomaron a varios empleados de la empresa como rehenes para utilizarlos como escudos humanos, según imágenes difundidas por varios canales de televisión.

Luego se produjo un nutrido intercambio de disparos entre los atracadores y la policía.

Tras el atraco a Brinks, meses atrás, el gobierno boliviano anunció que coordinaría acciones con sus pares de Brasil y Paraguay.