La novia del futbolista portugués Cristiano Ronaldo, Georgina Rodríguez, dejó recientemente su trabajo de dependiente en un lujoso almacén madrileño por el acoso que recibía de los clientes, periodistas y hasta otros empleados.

Según informó El Mundo, la fama que ha tomado la joven de 22 años desde que se conoció su relación con el ganador del Balón de Oro le ha dado muchos dolores de cabeza.

"No solo los paparazzi la acechaban a las puertas del establecimiento, a la espera de que sonara la flauta y se presentara Cristiano allí mismo, sino que también la retrataban a ella sola por su creciente tirón mediático. La situación era surrealista e insostenible. Había gente curiosa que entraba solo para verla. Hasta le llegaron a pedir selfies estando ella trabajando", relató el periódico.

Además, vivió otros episodios como cuando periodistas se hacían pasar por clientes para conocer su rutina de trabajo o reclutadores de modelos que le ofrecían contratos.

Debido a eso, Rodríguez y sus jefes optaron por poner fin al acuerdo laboral que los unía.

El periódico destacó que desde que se conoció la relación entre Rodríguez y CR7, la dependiente ha cambiado radicalmente su vida, ahora se le ve con ropa de marca y no es atípico que se vaya de viaje en el jet privado del delantero luso.