Javier R., un joven de 20 años que se dedica al cultivo de la tierra en la zona del cantón San José en Ilobasco, Cabañas, fue absuelto del cargo de agresión sexual, que según la Fiscalía General de la República (FGR) cometió en contra de su vecina, una niña de cuatro años.

Aproximadamente a las 2:00 de la tarde del 7 de diciembre de 2016, Wendy (nombre cambiado por protección) se encontraba con la niña en su vivienda, ubicada en el mismo cantón en donde residía el joven imputado; en algún momento, tuvo necesidad de ir al servicio sanitario.

Unos minutos de ausencia de la mujer bastaron para que su hija desapareciera. Tras llamarla a gritos insistentemente, logró encontrarla en a unos metros de su casa.

De acuerdo al expediente judicial, la menor de edad estaba sentada en las piernas de Javier, lo que molestó a Wendy, que le cuestionó al sujeto la razón por la que tenía así a su hija. La respuesta del supuesto agresor fue que “le estaba mostrando unas flores”.

Esta versión fue desmentida por la niña, quien inocentemente le comentó a su madre que Javier le tocó sus partes genitales y sus piernas.

Wendy decidió denunciar el hecho al Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia (CONNA) y esta institución informó los detalles del caso a la Fiscalía General de la República (FGR), que giró la orden de captura el 19 de diciembre de 2016.

Dos días después, un investigador de la Policía Nacional de la República (PNC) llegó al cantón en donde ocurrieron las acciones contra la niña y su familia con el fin de reconocer el sitio; en ese momento, Javier pasó frente a la casa y el padre de la niña alertó al agente, quien interceptó al imputado y lo detuvo.

Según reza en el expediente, el sujeto era conocido en la zona rural del cantón por acechar a las menores de edad.

Luego de un año de estar bajo prisión preventiva, Javier fue procesado por el Tribunal de Sentencia de Sensuntepeque por agresión sexual, mismo que decidió absolverlo por falta de la declaración de la madre de la menor afectada, quien no llegó aparentemente por el temor de sufrir represalias.

Con ello, el imputado fue liberado y el caso de agresión quedará en la impunidad.