El pasado 29 de diciembre de 2016, la libertad de Carlos Alfredo Flores Colocho, un joven de 26 años de edad, fue interrumpida al ser arrestado por la Policía Nacional Civil (PNC), luego de ser señalado de cometer el delito de robo y lesiones.

Por este caso, fue internado en una bartolina de la Unidad de Servicios Extraordinarios de la PNC.

El imputado, quien era un cocinero del restaurante Le Croissant, no tenía la menor intención de guardar presión.

La madrugada del 16 de febrero planeó escapar y ese mismo amanecer se dio a la fuga junto a otros dos reos identificados como Rigoberto Vásquez Majano, de 43 años de edad, y Félix Eliseo Reyes García, de 19 años, ambos detenidos por el delito de robo agravado.

Con éxito, los tres utilizaron las fuerzas de sus manos para remover los barrotes de una ventana y también cortar una malla.

Huyeron, pero tras un operativo de agentes policiales el cocinero fue detenido nuevamente apenas unas horas después.

“Decidí irme de la bartolina, porque me dijeron que habían amenazado de hacerle daño a mi familia”, comentó Flores Colocho ante el juez del tribunal 3° de Sentencia, a quien le aseguró que se dirigió hacia una zona cercana a la colonia Costa Rica -sitio donde reside su familia- para evitar cualquier percance.

El cocinero no explicó las razones o qué tipo de información tenía que lo hacía temer por la seguridad de su familia.

Por el delito de evasión, el cocinero recibió dos años de trabajos de servicio público pero aún espera ser procesado por el robo y lesiones cometidas por el que originalmente entró a la prisión.