Armando Barriere Rendón, un hombre de 69 años, decidió retornar al país desde hace cinco años, luego de residir en México durante mucho tiempo. Así, llegó a vivir junto a su hermano en la colonia Panamá, en la calle que conecta los municipios de San Salvador con Cuscatancingo.

Barriere era un devoto cristiano, y en sus ratos de ocio dedicaba minutos a repartir volantes con mensajes religiosos en las casas de colonias vecinas. El hombre caminaba durante horas, auxiliado por un bastón, por varios pasajes para visitar a sus vecinos y tratar de evangelizarlos.

Según consta en el expediente judicial, el 16 de octubre de 2016, el hombre llegó a entregar una copia de un estudio bíblico a la casa de la familia M., pero en un acto de intolerancia, una joven abrió la puerta y al ver de qué se trataba la visita, tomó los volantes, los rompió y se los lanzó a su rostro.

Pero la agresión contra el anciano no terminó ahí. Minutos más tarde, Antonio M., de 42 años, y miembro de la misma familia, se encontró a Barriere intentando cruzar la calle y amagó con atropellarlo, aunque la intención final era sacarle un susto.

Antonio es un exempleado del Banco Hipotecario, donde se desempeñó por ocho años en el departamento de Operación y Mantenimiento del Centro de Datos.

Esa misma noche, el anciano contó a un amigo lo que había ocurrido; ahora, esa persona se ha convertido en el testigo protegido del caso, donde es conocido bajo la clave “Jeremías”.

Atacado con una varilla de hierro

Al día siguiente, el 17 de octubre, a eso de las 11:30 de la mañana la víctima caminaba por la calle principal de la colonia cuando fue interceptado por Antonio M.

Sin aparente motivo, el hombre lo encaró y comenzó a insultarlo hasta que se dio la espalda y se fue. En el expediente judicial se lee que tras ese nuevo episodio regresó armado con una varilla de hierro y se abalanzó directamente contra el anciano, a quien golpeó en varias ocasiones.

A raíz de la golpiza, Antonio M. reventó algunos dedos de las manos de la víctima, además lo empujó hacia el suelo y estando ahí le colocó la varilla en el cuello y lo golpeó con los puños.

Ante este percance, los vecinos intervinieron para separarlos y evitar más lesiones y daños hacia el anciano cristiano.

A pesar de todo, la víctima se levantó y caminó aproximadamente 30 metros y luego se desvaneció. Cayó sin vida contra el suelo. Al ver esto, Antonio M. se subió a su vehículo y se retiró del lugar, según relataron “Hércules” y “René”, otros testigos protegidos.

De acuerdo a la pericia forense, Barriere Rendón tenía múltiples heridas cortantes, varias hemorragias -entre ellas una pulmonar aguda-, lo que le provocó la muerte súbita de origen cardiaco acelerado a consecuencia de un trauma.

Tras el hecho, el imputado fue detenido a órdenes de la Fiscalía General de la República (FGR), que lo acusó por homicidio.

Cámara de lo Penal revoca decisión de sobreseimiento

En un primer momento, el caso fue conocido por la jueza Quinta de Paz, que dictó la detención provisional en contra del exempleado del Banco Hipotecario, pero al pasar a la etapa de Instrucción el sujeto recuperó su libertad y con ello el caso fue suspendido por parte del juez.

Tras el sobreseimiento, la FGR apeló ante la Cámara Segundo de la Penal de la Primera Sección del Centro y esta ordenó la reapertura del caso el 3 de enero de 2018, pero el sujeto logró obtener las medidas sustitutivas a la detención por no presentar peligro de obstaculización de la investigación, a juicio del juzgador.

Hasta el momento, Antonio M. es acusado por homicidio simple, y mientras se desarrolla el juicio tiene prohibido salir del país, no debe cambiar de domicilio y debe presentarse cada semana ante el Tribunal Sexto de Sentencia, mismo que le realizará la audiencia de vista pública el próximo 22 de enero, cuando defina si es o no culpable del asesinato del anciano.

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