• Diario Digital | viernes, 26 de abril de 2024
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Judiciales - FGR dice haberla desbaratado

Éxodo de familias y violaciones colectivas a mujeres, así operaba la clica San Luises de la MS en Ilopango

Las autoridades fiscales señalan que la estructura fue desbaratada casi en su totalidad, aunque aún hay varios de sus integrantes que deben de ser procesados por delitos cometidos desde inicios de la década pasada.

Santa Lucia
Éxodo de familias y violaciones colectivas a mujeres, así operaba la clica San Luises de la MS en Ilopango

Por más de 12 años la clica San Luises Locos Salvatruchas de la pandilla MS tuvo controladas diferentes zonas del municipio de Ilopango, manteniendo atemorizadas a decenas de familias que vieron como los criminales cometían sus fechorías sin que las autoridades fueran capaces de detener los ilícitos que ocurrían ahí.

Muchas familias optaron por irse, mientras otras fueron expulsadas por los mismos terroristas, quienes convirtieron esas propiedades en búnkers para sus delitos.

En la zona que controlaban cobraban extorsión a los comerciantes, amenazaban a los habitantes, llevaban armas sin ningún pudor y hasta cometían violaciones colectivas contra jóvenes y mujeres. La forma de operar de esta estructura -que según la Fiscalía General de la República (FGR) ya está desmantelada- quedó al descubierto durante una audiencia en los tribunales, donde fueron procesados varios de sus miembros.

Una de las víctimas identificada como “Fantasma” (por ser testigo protegido) relató a las autoridades que los delincuentes extorsionan a comerciantes de la zona, además recordó de casos de jóvenes a las que los pandilleros enamoraban y que si no accedían a sus pretensiones terminaban violándolas en grupo.

El testimonio de esta víctima también señaló que para tratar de no ser identificados, los delincuentes optaron por no usar ropa holgada y pasaron a vestirse como el resto de la población, lo que permitía que pasaran desapercibidos ante las autoridades.

“Incluso optaron por esconder sus pistolas entre las biblias que portaban para despistar a la policía cuando amedrentaban a sus víctimas”, explicó “Fantasma”.

Esta persona recordó ante las autoridades que en 2014, su familia fue una de un grupo de 30 vecinos del condominio Lisboa amenazados para dejar sus viviendas, lo que permitió que los pandilleros tomaran control del lugar.

“Llegamos a las casas y les dijimos que se tenían que ir”

El relato de la víctima coincide con el de uno de los pandilleros identificado como Envil Omar Castellanos, alias "Callado", quien confesó estos hechos ante el juez del tribunal Especializado de Sentencia “C” de San Salvador.

El delincuente sin ningún pudor explicó que cuando amenazaron a las familias para que se fueran “llegamos a las casas de estas personas y les dijimos que se tenían que ir”; "Callado" llegó junto a otro criminal alias "el Serio", quien acompañó la amenaza con un gesto como si le fuera a cortar la cabeza a alguien. Las víctimas entendieron el mensaje, si no se iban, morirían. 

Castellanos detalló que la estructura de la que forma parte cuenta con corredores y soldados, además de un grupo de 40 hombres a los que denominan "población", todos ellos son colaboradores en diferentes niveles; “el corredor es el que le muestra a la gente lo que le puede pasar y los soldados son los que protegen y cumplen con los que le pide el corredor”, explicó el imputado.

“La pandilla es para pasar el tiempo en una esquina”, agregó Castellanos en la confesión que rindió ante el juez.

El informe de un investigador policial terminó de completar el relato iniciado por Castellanos, ya que su defensor señaló que no dijo mucho “por temor a que su testimonio incrimine a otros delincuentes y se puedan tener consecuencias su contra”.

Zonas bajo acecho

Las colonias Santa Lucia y San Felipe, así como las comunidades Las Cañas y Nueva San Felipe son los principales puntos donde operaban estos criminales, quienes se tomaron la potestad de no permitir el ingreso de camiones repartidores que no pagaran una extorsión.

Los condominios Lisboa fueron ocupados por estos criminales ya que su ubicación les permitía tener bajo control las zonas anteriormente mencionadas, además era de fácil acceso a la comunidad Duarte, donde había una bodega con armas.

Según el reporte fiscal, hasta esta fecha 15 de los integrantes de esta organización han sido capturados y condenados por estos hechos, el último de ellos fue “el Callado” quien para que se le redujera la pena a la que iba a ser condenado a prisión decidió confesar los hechos ante un juez.

La negativa para declarar de “Fantasma” provocó que el ministerio público aceptara un proceso abreviado que le valió a Castellanos recibir una condena de dos años de prisión que serán sustituidos por 96 fines de semanas en los que tendrá que realizar trabajo de utilidad, es decir que pese a confesar los hechos, este pandillero saldrá de prisión.

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