Tan solo un mes bastó para que Wendy (nombre cambiado por protección), una joven de 14 años de edad, se enamorara de Patricio Z., un joven de 19 años, vendedor del mercado Sagrado Corazón de San Salvador.

El mes de abril sirvió para que la joven conociera al muchacho que le brindó su amor. Wendy le ocultó a sus cuatro hermanas, y en especial a su madre, la relación de noviazgo que entabló con el joven.

El 5 de mayo, ella decidió abandonar su hogar en Cuscatancingo para huir con Patricio y vivir junto a él en una vivienda ubicada en el Distrito Italia, en Apopa, según indica el expediente judicial del caso que se ventiló en el Tribunal 5° de Sentencia de San Salvador.

Para echar a andar su plan, Wendy, quien llegaba a comercializar productos cárnicos al mercado, salió junto a una de sus hermanas tras terminar su venta. Cuando ambas transitaban a la altura del parque Infantil, ella desapareció de la vista de su pariente.

Y así, ausente de su vivienda pasó cuatro días completos, por lo que su madre preguntaba por su paradero en el centro de San Salvador, sitio en donde tiene un puesto de venta, por lo que varios comerciantes conocen a Wendy.

Los encontraron caminando de la mano

Fue hasta el 9 de mayo que unos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) de la Delegación Centro Histórico que realizaban un patrullaje a bordo de sus motocicletas sobre el pasaje Colombia y 4° calle Poniente, encontraron caminando a la pareja.

Al ser cuestionados, ambos indicaron que eran novios y que residían juntos, pero todo los delató cuando los policías les solicitaron sus documentos. Patricio les presentó el DUI, en donde se reflejaban sus 19 años, pero Wendy no pudo entregar ningún documento por ser menor de edad.

Los agentes le solicitaron a la joven el número de teléfono de su madre, debido a que esta les relató que había salido de su hogar sin su consentimiento. Por ello le llamaron a la mujer, quien preocupada llegó a la delegación policial a traer a su hija y a interponer una denuncia por declararse afectada por la acción de Patricio.

La madre de la joven relató que desconocía que ella tuviera una relación sentimental y menos que se había ido a vivir junto al muchacho. Lo que sí supo y confesó -según el escrito judicial- es que esta no era la primera vez que su hija desaparecía. Anteriormente, Wendy había abandonado su casa pese a su corta edad, por lo que la calificó de rebelde.

Además, la mujer explicó que ella no maltrata a la joven, tal y como ella misma lo declaró ante el psicólogo a cargo de realizar el peritaje requerido por el caso judicial. Es más, en ese examen se concluyó que Wendy padece de un trastorno oposicionista-desafiante, que suelen padecer muchos adolescentes y que los lleva a rebelarse de sus padres.

Patricio fue procesado por el Tribunal, pero decidió dar un fallo absolutorio en la vista pública en su contra tras el desfile de pocas pruebas, por lo que salió en libertad luego de haber sido acusado por los delitos de violación menor incapaz y el de inducción al abandono de la casa de su madre.