Un grupo de exterminio sería el responsable de la muerte de seis miembros de una familia ocurrida la madrugada del sábado en Mercedes Umaña, Usulután. Esta es la principal línea de investigación que sostiene la Policía.

Aunque cuidándose de mencionar el nombre de "grupo de exterminio", tanto el ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez, como el director de la PNC, Howard Cotto, coincidieron en que serían estos autodenominados grupos de limpieza los que habrían ejecutado la masacre.

Son las características del hecho las que apuntan estos grupos. Precisamente en el Oriente del país se han desarticulado otros grupos de exterminio, algunos integrados incluso por policías y soldados.

"El día de ayer, en horas de la noche, recibimos información de seis personas en el caserío La Correa de Nueva Granada, departamento de Usulután. Un grupo de sujetos a bordo de un pick up, con vestimentas oscuras similares a vestimentas de la Policía o de la Fuerza Armada, y cubiertos del rostro, habían llegado a esta vivienda y sin mediar palabra privaron de libertad a estas personas", explicó Ramírez.

Aunque en ese momento se comenzó la búsqueda de los familiares, fue hasta esta mañana que se encontraron los cuerpos sin vida.

"Es notorio que han sido ejecutadas en el lugar, están amarrados de manos y asesinados con arma de fuego", confirmó Cotto.

Si bien el jefe policial aclaró que las investigaciones están en su primera etapa, confirmó que "inicialmente aparenta ser una acción de un grupo criminal que se dedica a cometer hechos contra miembros de pandillas".

Entre los muertos hay al menos uno que estaba fichado como miembro activo de la Mara Salvatrucha.

Combate a grupos de exterminio

Cotto mencionó además que, independientemente si entre los muertos hay criminales y colaboradores, seguirán una investigación para dar con los responsables "para que sean juzgados por el homicidio de estas personas". 

El funcionario recordó que en el pasado han detenido y se ha judicializado a otros miembros de grupos de exterminio, entre ellos varios policías y soldados, principalmente que operaban en la zona oriental.

"No nos interesa (tener) en el interior de nuestras instituciones personal que pertenezca a estos grupos", remató Cotto.

Según la Fiscalía, algunas de estas estructuras reciben financiamiento de empresarios tanto de la zona como del exterior.

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