Las atribuciones del presidente Guillermo Gallegos sobre la administración del personal de la Asamblea Legislativa ha generado una nueva controversia entre las dos principales fuerzas políticas. Según ARENA hay temor por parte del FMLN porque despidan a sus activistas políticos, y para el FMLN el partido tricolor podría estar detrás de esta decisión para tener injerencia sobre el personal del legislativo.

Un acuerdo de junta directiva le ha dado a Gallegos la facultad de administrar los recursos humanos del Órgano Legislativo para que pueda -a discreción- contratar y despedir personal. Este acuerdo contó con los votos de los nuevos directivos de ARENA, GANA y PCN; el FMLN se abstuvo de votar.

El partido tricolor asegura que el acuerdo es exactamente el mismo que fue acordado para la ahora vicepresidenta Lorena Peña, por lo que les parece extraño que no se han sumado al apoyo. Sostienen que hay temor de parte del partido oficial de que sea desmantelada la estructura de activistas políticos que tienen los efemelenistas en la Asamblea.

Sin embargo, el FMLN niega que el acuerdo sea el mismo y asegura ARENA ha apoyado que Gallegos tenga el poder absoluto, incluso para las jefaturas y las gerencias, atribuciones que Peña no tenía. Por lo que ven sospechoso que ahora el partido tricolor apoye que Gallegos tenga más atribuciones cuando antes criticaron las de Peña, por lo que podrían estar tras estos cambios.

El secretario de junta directiva, René Portillo Cuadra, negó que el acuerdo no haya sido el mismo que se aprobó para Peña, por lo que su tesis de por qué no apoyaron es otra. “Lo que el FMLN teme es que los cuadros políticos que ellos nombraron en jefaturas sean removidos. Aquí no hay tema de ilegalidad. El acuerdo es exactamente el mismo que se firmó cuando Lorena Peña entró”, sentenció el legislador.

Agregó que sí existe un riesgo de que los funcionarios que hayan realizado su trabajo con fines o motivaciones político partidarios sean cesado o cambiados de sus funciones.

Con la nueva facultad, él podrá decidir si mantener o remover a las 52 jefaturas del área administrativa y los 12 directores de las oficinas departamentales y que a criterio de Portillo Cuadra algunas están siendo utilizadas por activistas políticos.

Asimismo, recordó que Peña tenía potestad sobre lo que se programaba en la Radio y la Televisión Legislativa. “Aquí se transmiten programas y se transmiten entrevistas únicamente las que el FMLN quiere que se transmitan, únicamente con fines político-ideológicos. Se les olvida la institucionalidad, eso tienen miedo de perderlo”, insistió.

Agregó que lo mismo ocurre con la seguridad, puesto que hay algunos sindicalistas o marchas afines al partido oficial que entran con facilidad al recinto legislativo pero las que son contrarias no tienen acceso. Además recordó que hacen uso de las instalaciones a su conveniencia como tener en el estacionamiento de la Asamblea al “Shafickmóvil”, un vehículo que es usado por el FMLN para sus mítines.

Sostuvo que el temor del partido evitó que los cuatro directivos efemelenistas no apoyaran. “Hay toda una estructura en función del partido de gobierno y se les olvida la institucionalidad. Eso es lo que temen”, reiteró.

FMLN: ARENA podría tener injerencia en decisiones de Presidencia

La secretaria de la junta directiva, Jackeline Rivera, aunque no quiso ahondar en sus temores o en la implicación que tendría que Gallegos tenga el poder de las contrataciones, aseguró ahora él tiene más atribuciones y dejó entrever que tras esto pueda estar ARENA.  

“Lo extraño es que ARENA dio más de lo que había dado. Nunca firmó el acuerdo para delegar a la presidenta la facultad de administrar al personal, sin los gerentes y las jefaturas y que diera un informe mensualmente. ARENA no votó por ese acuerdo. Lo extraño es que ahora sí vota por facultades absolutas”, expresó Rivera.

Al ser cuestionada sobre las consecuencias de este poder “absoluto” que tiene Gallegos agregó: “No sé si el control absoluto será de la presidencia o de ARENA”.

Por otro lado, aseguró que el FMLN no quiso apoyar el acuerdo de junta directiva porque no fue lo que se había pactado con Peña. “Nosotros no firmamos porque no era el mismo acuerdo, venía redactado diferente y el acuerdo lo que dice que la delegación es absoluta, es decir para el personal, para todas las jefaturas y para todas las coordinaciones. No lo firmamos porque nosotros firmamos lo que acordamos, si algo no se ha acordado no se debe firmar y el debate de otorgar todas las facultades no se dio”, manifestó.

Con esto Rivera contradijo la postura de Portillo Cuadra de que el acuerdo había sido exactamente el mismo. Sin embargo, ambos tienen su explicación de lo ocurrido.

Por el momento, Gallegos aún no ha anunciado cambios, pero se espera el próximo año, luego de que se venzan algunos contratos, se hagan cambios en el personal.