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Política - Especial 25 años de Acuerdos de Paz

Gabriela, una "hija de la paz": Hay otras guerras que he tenido que vivir

Gabriela nació unos días antes que se firmara el acuerdo. La búsqueda de un empleo y el acecho de las pandillas son dos de las muchas guerras que esta "hija de la paz" ha tenido que enfrentar, reprochando la actitud de un Gobierno que, según ella, también es responsable de la crisis del país.

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Gabriela, una "hija de la paz": Hay otras guerras que he tenido que vivir

Gabriela Beatriz es una joven de 25 años que nació el mismo día que se firmó el Acuerdo de Paz que hoy se conmemora. Aunque no vivió el conflicto armado, asegura que le ha tocado afrontar otras guerras para poder subsistir en uno de los países más violentos del mundo. 

Gabriela considera que un cuarto de siglo después, tanto la guerrilla, ahora Gobierno, como la oposición, que en aquel momento gobernaba El Salvador, le siguen debiendo mucho al país. Desde su experiencia, asegura que el hecho de no tener un trabajo pese a que es una profesional graduada y vivir en una zona –como casi todo el país- asediada por las pandillas, la hace víctima de una nueva guerra, una donde ya no hay dos bandos enfrentados pero sí una sociedad incapaz de generar oportunidades.

Esta mujer que nació en San Salvador el 16 de enero de 1992 manifestó que su interés por conmemorar el 25 aniversario de los Acuerdos de Paz firmados el día de su nacimiento le genera poco interés.

Por ello, Gabriela no tiene previsto celebrar esta fecha. Mientras el Gobierno celebre un acto oficial, ella, como cientos de salvadoreños, estarán en varias oficinas entregando sus hojas de vida con la esperanza que se le abra alguna oportunidad.

A Gaby, como la llaman sus amigos y familiares, le parece “muy desubicado el hecho que se hable de una segunda etapa de la paz, cuando –por lo poco que conozco- no se ha cumplido con casi nada de lo firmado en 1992”.

Hija de un contador quien no se logró graduar y una ama de casa que en 1999 decidió emigrar de manera ilegal a Estados Unidos para que para que sus hijos pudieran tener mejores condiciones de vida, esta mujer dice que tiene poco por celebrar en este día.

La semana pasada fue despedida de su trabajo, es el cuarto que pierde en sus dos años como una profesional graduada en administración de empresas, una profesión que dice no ha ejercido desde que recibió el título.

"He tenido que vivir otras guerras"

La mujer sostiene que a pesar de no haber celebrado ninguno de sus cumpleaños bajo la sombra de la guerra civil, “hay otras guerras que he tenido que vivir, como las pocas posibilidades de progresar que tuvieron mis padres”.

“Quizá –y hablo por lo que dicen mi papá y mis tíos- la situación en la guerra y en la actualidad no sea igual, pero lo que sigue siendo igual es el temor que la gente tiene de salir a la calle y no saber si va a volver”.

Antes de seguir la conversación, Gaby hace una aclaración “no es que la culpa sea solo del FMLN, ARENA, GANA o cualquier otro partido, la culpa es de nosotros los ciudadanos por no defender nuestros derechos y dejar que cualquiera que entre a la política actúe de forma incorrecta y no se haga nada”.

“He leído al expresidente Alfredo Cristiani, a empresarios, a funcionarios del actual gobierno que fueron guerrilleros y cada quien habla y habla, pero nadie actúa para que la paz verdaderamente se sienta”, agregó.

La paz, el empleo y las pandillas

Vivir en Soyapango, en una colonia en la que a la entrada se lea un grafiti alusivo a la pandilla que acecha la zona es una situación que a esta mujer le ha restado cuando presenta su postulación a un empleo.

“He tenido entrevistas en los bancos en los que me han dicho que soy una de las mejores entrevistadas, con mucho potencial, pero que por la zona en la que vivo no me pueden contratar”, recordó.

“Entonces, es en ese momento en el que uno se sienta en el sillón y comienza a reflexionar que en este país nunca hemos tenido la paz de la que tanto presumen los políticos, y es obvio, ellos hablan desde su perspectiva y desde su casa en la colonia Escalón", continuó.

Pese a este panorama Gabriela dice ser optimista y dice que su forma de ver las cosas le hace intentar actuar, ya que aclara que “tampoco es que yo me voy a sentar a esperar a que los políticos me resuelvan la vida, con eso no voy a conseguir nada”.

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