La encerrona llevada a cabo este lunes entre el presidente Salvador Sánchez Cerén y representantes de los principales partidos políticos del país dejó posiciones encontradas: Mientras Portillo Cuadra, de ARENA, consideró que se trató de una reunión "para tomar café", el secretario técnico de la presidencia, Roberto Lorenzana, sostuvo que la intención del Ejecutivo era reiterar su voluntad por continuar con un diálogo entre todas las fuerzas políticas con el fin de encontrar una solución al déficit fiscal que vive el país.

El nuevo presidente del Coena, Mauricio Interiano, no asistió a la convocatoria. En su lugar acudió René Portillo Cuadra, director de Asuntos Políticos del tricolor, quien justificó la ausencia de Interiano: "Tenía otras ocupaciones muy importantes", dijo, lo que fue reprochado por el oficialista.

La reunión había sido convocada por el mandatario desde el sábado con el objetivo de buscar  consensos en temas prioritarios como la reforma a la ley de pensiones, la aprobación de una ley de responsabilidad fiscal, la emisión de 1,200 millones de dólares en bonos para financiar programas sociales y obras de infraestructura, así como la aprobación del presupuesto general de la nación para 2017.

Sin embargo Portillo Cuadra criticó que no se hablara de austeridad. "Fue una declaración lírica de poco contenido que no le sirve al país. Podemos tener 30 reuniones como esta pero si no hay un acuerdo no vamos a salir del problema", hizo ver a la salida de Casa Presidencial.

Asimismo recordó que el partido de derecha ya presentó una propuesta para una ley de responsabilidad fiscal pero que esta no ha sido tomada en cuenta. "La pelota está en la cancha del gobierno, pero ellos no saben qué hacer", manifestó, a la vez que reiteró la disposición por un diálogo bilateral. "Pero queremos ver que el gobierno reaccione, que no solo extienda la mano", dijo.

Por su parte, Rodolfo Parker, secretario general del PDC, manifestó que "se trató de una reunión para reafirrmar la voluntad del diálogo" entre el gobierno y los representantes de los institutos políticos.

Además aplaudió la iniciativa de crear una mesa técnica sin componentes políticos e insistió en que "el comienzo para apuntalar el crecimiento económico consiste en apoyar la inversión privada", pero hizo énfasis en la urgencia de una ley de responsabilidad fiscal que contenga sus propias medidas en el tema previsional.

"No aprobaremos una reforma que modifique el actual sistema de pensiones a menos que no sea el resultado de una mesa técnica", añadió.

Medardo Gonzalez, en representación del FMLN, destacó que ARENA ha mostrado una conducta contradictoria pues "en la mesa (Portillo Cuadra) dijo que había sido una reunión productiva" pero fuera de ella consideró que no se había logrado avances. "La ausencia del presidente de ARENA es una señal que no tomaron en serio la convocatoria", afirmó.

"Nuestra voluntad es que participen todas las fuerzas políticas, aunque ARENA no esté de acuerdo y quiera que la reunión sea solo con ellos. La reforma es un paso importante, pero tiene un carácter transitorio", puntualizó Lorenzana.

El secretario de comunicaciones, Eugenio Chicas, recordó que en una reciente reunión con delegados del Fondo Monetario Internacional (FMI) estimaron que el país cuenta con un ambiente "macroeconómico estable", pero que es urgente que haya "acuerdos políticos" para solucionar los problemas financieros que enfrenta el gobierno.

Uno de los principales problemas fiscales es la situación deficitaria del sistema de pensiones, que acumulan una deuda con los sistemas privados de 5,732 millones de dólares.

En el año en curso, del déficit fiscal de 883.5 millones de dólares, -3,3% del PIB- 525 millones (60%) corresponden al rubro de pensiones.

"Si no se alcanza un acuerdo fiscal, todos los sectores políticos, económicos y sociales debemos asumir las consecuencias de llevar al país a una verdadera crisis de las finanzas públicas", advirtió el ministro de Hacienda, Carlos Cáceres.