Los miembros de la Comisión Política (CP) del FMLN salieron el lunes por la tarde a dar declaraciones con ocasión de los resultados de las elecciones de alcaldes y diputadas celebradas el 4 de marzo. En la sede central del partido, donde a penas horas antes se preparaba una fiesta tras el cierre de urnas, la máxima dirigencia efemelenista se aprestaba a dar una conferencia de prensa que transpiraba tristeza, frustración.

En los rostros de los otrora comandantes guerrilleros no había un solo rasgo de alegría, mucho menos de victoria; por el contrario, alrededor del podio adornado con la bandera roja del partido, había 15 caras largas. Y no es para menos, el partido oficial vivió el domingo la que podría ser la peor derrota electoral en los últimos años.

El secretario general, Medardo González, fue el encargado de leer un escueto comunicado en el que la vieja comandancia reconoció los resultados en las urnas y se comprometió a realizar "una reflexión responsable y profunda que permita ir al encuentro de las lecciones aprendidas para tomar decisiones y corregir lo que sea necesario".

Al terminar de leer el escrito, los dirigentes se apresuraron a salir de la sala sin dar opción a que los periodistas pudieran hacer preguntas. Incluso, cuando una periodista de El Salvador Times increpó a Norma Guevara sobre quién fue el responsable de los resultados adversos del partido, la diputada se dio la vuelta, la miró fijamente y le respondió: "Usted".

Los números obtenidos en las elecciones del domingo -que preliminarmente quitarían unos seis o siete diputados, además de importantes alcaldías al FMLN- parecen haber dejado más preguntas que respuestas en la dirigencia y en la militancia del partido oficialista.

Las preguntas obligadas a once meses para las elecciones presidenciales son ¿quién asumirá la derrota en el partido? y ¿quién será el encargado de sacarlo del bache electoral? Para entenderlo, se plantean tres escenarios:

La hora de Óscar Ortiz

El vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz, se mantuvo al margen de la campaña para alcaldes y diputados y solo fue hasta el último tramo que apoyó abiertamente a candidatos específicos, para los que incluso pidió el voto a través de sus redes sociales.

Diversos analistas políticos comentan que el ausentismo de Ortiz no fue fortuito; de hecho, plantean que esperaba los resultados para salir al rescate del partido, una oportunidad que ha estado esperando por años.

La imagen del funcionario es bien vista hacia afuera del oficialismo, pero al interior, no ha logrado borrarse el estigma de "rebelde". Incluso hay efemelenistas que al día de hoy no le perdonan que en su momento haya desafiado al histórico Schafik Handal para disputarle una candidatura presidencial.

Sin embargo, ahora el panorama parece diferente. Luego de la debacle electoral del domingo, algunos sectores a la interna del partido están considerando que es momento que asuman nuevos liderazgos; es ahí donde surge la figura de Ortiz.

El vicemandatario tiene la ventaja de ser bien visto por la población, que lo evalúa bien en las encuestas, además, mantiene buenas relaciones con empresarios, inversionistas y cuerpo diplomático, pues ha sido el rostro visible del Ejecutivo para atender esos temas.

Con ese panorama, es valedera la pregunta ¿es Óscar Ortiz la tabla de salvación que necesita el Frente en la actual coyuntura?

¿Será Vanda Pignato el buque remolcador?

Hay otra figura que las encuestas aparece bien posicionada entre los salvadoreños, Vanda Pignato.

Contrario a lo que podría pensarse, y a diferencia de otras ocasiones, su imagen no fue explotada por el partido a favor de ningún candidato en particular. Sin embargo, en la dirigencia hay conciencia de su potencial para arrastrar votos.

La secretaria de Inclusión Social es una de las funcionarias que incluso ha sonado como candidata a algún cargo público por su trabajo hecho desde el proyecto emblema Ciudad Mujer, que en esta ocasión intentó impulsar desde la alcaldía de San Salvador.

Otra de las figuras que podría representar un recambio en el FMLN y servir como buque remolcador es el alcalde de Zacatecoluca, Francisco Hirezi, un hombre cercano a la dirigencia que ha dado un nuevo rostro al municipio que gobierna.

Un tercer nombre que podría aparecer en el entramado, aunque ante fuera de las fronteras migueleñas podría no tener un peso significativo, es el de Miguel Pereira, quien está cerca de reengancharse en la alcaldía de San Miguel y aparece respaldado por varias obras hechas, aunque estas hayan sido hechas por el gobierno central.

Gerson y Yeymi, dos candidatos sin arrastre

Un tercer elemento que el Frente debe tomar en cuenta a menos de un año de las presidenciales, es que los "ungidos" por la cúpula para disputarle la Presidencia de El Salvador a ARENA no han logrado cuajar en el gusto electoral de la población.

Ni Gerson Martínez ni Yeymi Muñoz han logrado transformar en votos su trayectoria en el gobierno.

Muestra de ello es que ni uno ni otro pesó al momento de acompañar a los candidatos a alcaldes y diputados que fueron al escrutinio público el fin de semana. Para muestra, la candidata a alcaldesa de Ahuachapán, Yessica Rincán, estuvo apoyada por Muñoz en diversas actividades en esa cabecera departamental, pero su oferta electoral no logró cuajar y cedió el triunfo en las urnas.

Lo mismo pasó con Martínez, que no logró despertar en la población la simpatía hacia su partido por más que llegó a cuanta actividad proselitista lo invitaron, se tomó fotos con jóvenes, salió en anuncios propagandísticos y hasta promovió su imagen de funcionario transparente.

Con ese escenario, el FMLN afrontará semanas clave en su objetivo de ganar un tercer periodo consecutivo en el Ejecutivo, aunque de momento, el camino parece empinado y con obstáculos.