• Diario Digital | jueves, 18 de abril de 2024
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Política - Ou Jianhong, cónsul general de la República Popular de China

China no abrirá bases militares en El Salvador y tampoco afectará las relaciones diplomáticas que tienen con otros países

“En la apertura de relaciones diplomáticas con El Salvador no ha habido negociaciones oscuras. Todo este proceso resistirá cualquier revisión de personas, de partidos políticos… y del tiempo”, dice la cónsul general de la República Popular de China en un claro mensaje a los escépticos.

Ou Jianhong
Ou Jianhong, cónsul general de China. Foto: El Salvador Times
China no abrirá bases militares en El Salvador y tampoco afectará las relaciones diplomáticas que tienen con otros países

El aroma del té de jazmín es suave, y en la mesa redonda donde conozco a Ou Jianhong el sol de la media tarde mantiene los hirvientes 31 grados centígrados con los que agosto castiga a San Salvador a pesar del aire acondicionado.

La señora Jianhong es una mujer agradable, de trato suave y hablar pausado; pero conserva la firmeza milenaria de sus ancestros en China para afirmar sin cortapisas que no hay más China que la República Popular, y que Taiwán no es más que un territorio que les pertenece.

A su lado, Raúl Wang, quien la asiste en esta entrevista, toma nota en caracteres mandarines y, en ocasiones, en letras latinas.

Y mientras los primeros sorbos del té de jazmín comienzan a relajar las tensiones cotidianas, la cónsul general de China pide hacer una declaración que antecederá a mis preguntas.

En un español envidiable para cualquier funcionario oriental inicia sus palabras con la voz firme de las declaraciones estatales:

“Quiero transmitir un saludo cordial del pueblo chino hacia el pueblo salvadoreño. Como todos saben, a partir del 21 de agosto se firmó el comunicado conjunto entre la República Popular China y El Salvador sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas. Los dos gobiernos han decidido reconocerse y establecer relaciones diplomáticas a nivel de embajador.

“En el mundo solamente existe una sola China. El gobierno chino es el único gobierno legítimo que representa a toda China. Taiwán es parte inalienable del territorio chino; esto es un hecho histórico y corresponde a la norma internacional reconocida universalmente.

“La República de El Salvador es un país importante en centroamérica. El gobierno salvadoreño reconoce y se compromete a acatar el principio de una sola China, romper las supuestas relaciones diplomáticas con Taiwán y establecer las relaciones diplomáticas con la República Popular China, un hecho que concuerda con las corrientes de la época y es una decisión correcta que corresponde a los intereses de los dos pueblos, por lo cual la parte china aprecia altamente y está dispuesta a fortalecer las cooperaciones de amistad en todos los aspectos sobre los 5 principios de coexistencia pacifica y el principio de una sola China en beneficio de los dos pueblos y de las dos naciones”.

Acabado su pronunciamiento, la señora Jianhong regresa a su sonrisa, me ofrece un poco de fruta y, al tiempo que Raúl vuelve a llenar el pequeño cuenco con el té de color marrón, se inicia la entrevista.

¿La República Popular de China es comunista, es socialista o es un país democrático. Cuál es el tipo de gobierno de su país?

China es un país socialista y el Partido Comunista está gobernando a toda China. Y también China es un país democrático.

¿Cómo puede ser democrático un país socialista que es gobernado por un solo partido?

No, es que en China tenemos ocho partidos políticos participantes en el gobierno; es decir que el Partido Comunista no es el único partido en el poder.

¿Y estos otros siete partidos restantes tienen alguna representación en el congreso?

Sí, a través de la Conferencia Política Nacional, ellos pueden hacer comentarios o sugerencias al gobierno para mejorar la administración y la gobernanza.

¿Cuántos habitantes tiene su país?

Tiene 1,300 millones de habitantes.

Un país tan gran grande, milenario y relevante en la historia de la humanidad ¿qué importancia le ve a un país como El Salvador, con 20 mil kilómetros cuadrados y poco más de 5 millones de habitantes? ¿Cuál es la relevancia que tiene El Salvador en la política exterior de la República Popular de China?

Nos parece que El Salvador es un país importante en centroamérica y desde hace mucho tiempo el pueblo chino profesa un sentimiento amistoso hacia el pueblo salvadoreño; durante estos últimos años los lazos de cooperación de China con los países de América Latina y el Caribe se han estrechado y bajo esta circunstancia los intercambios entre los sectores económico, comercial y humanístico entre China y El Salvador han aumentado y se ha profundizado el conocimiento recíproco entre nuestros dos pueblos. El fortalecimiento de nuestras cooperaciones no solo corresponden a las perspectivas en su conjunto de los sectores salvadoreños, sino también a los intereses de largo plazo de los dos pueblos.

¿Qué intereses?

Porque de esta manera, en América Latina y el Caribe China cuenta con un nuevo amigo, y también consideramos a El Salvador como un nuevo socio en la causa del fomento de la iniciativa de la franja y la ruta, y de la construcción de la comunidad del destino de la humanidad. Su país está en la costa del Pacífico, por eso la región es la extensión natural de esta franja y la ruta; entonces, el establecimiento de las relaciones diplomáticas abrirá nuevas perspectivas para nuestras futuras cooperaciones tanto en el sector comercial y económico, y en todas las áreas como la inversión, salud, educación, deporte, cultura y el apoyo a la micro y mediana empresa. Queremos desarrollar todas las cooperaciones sobre la base del principio de una sola China y de los 5 principios de coexistencia pacífica.

¿Qué opina de los comentarios negativos ante la decisión del gobierno salvadoreño de romper relaciones con Taiwán para iniciarlas con China?

Usted sabe que en el mundo existe una sola China. Taiwán forma parte inalienable del territorio chino; es decir que en el mundo, el gobierno de la República Popular es el único gobierno legítimo que representa a toda China; y ahora hay 178 países que mantienen relaciones diplomáticas con China. Estamos muy contentos de ver que el gobierno salvadoreño ha tomado una decisión política acertada que corresponde a las tendencias históricas y a la norma internacional reconocida.

¿Qué opina sobre las opiniones negativas?

Me parece que es falta de conocimiento sobre China, sobre nuestras relaciones. Y usted sabe que después de establecer las relaciones diplomáticas ambos países podemos desarrollar nuestras cooperaciones y los lazos de amistad en todos los ámbitos para promover el desarrollo compartido en beneficio de los dos pueblos.

Antes de la apertura de estas relaciones ¿había algún tipo de negocios, contactos entre ambos países o eran nulos?

Hay un dicho chino que reza: Cuando llega el agua se hace el cauce. Es decir, cuando las condiciones están listas y maduras es que se pueden realizar las relaciones diplomáticas.

¿Cuáles serán los alcances de estas relaciones diplomáticas?

Existe un gran potencial y complementariedad económica entre China y El Salvador. Después de establecer estas relaciones diplomáticas China está dispuesta a desarrollar y reforzar las cooperaciones de beneficio mutuo, sobre la base de respeto mutuo, la igualdad y el desarrollo compartido.

Funcionarios de Estados Unidos han dicho que se debetener mucho cuidado, porque las intenciones de la República Popular de China, al establecer relaciones con El Salvador,  incluyen la militarización de la región. ¿Qué opina de ese argumento?

China y El Salvador han tomado la decisión de establecer las relaciones diplomáticas en base del principio de una sola China con autodeterminación, que significa que es una decisión política que corresponde a las corrientes históricas y concuerda con el derecho internacional y los principios que rigen las relaciones internacionales. También corresponden a los intereses fundamentales de nuestros dos pueblos; esto no apunta a ninguna tercera parte ni afecta o afectará el desarrollo de las relaciones entre China y El Salvador con otros países. Entonces, no significa ninguna amenaza para otro país.

¿Tienen planes de establecer alguna base militar en El Salvador?

De ninguna manera.

¿Tienen planes de hacer ejercicios militares conjuntos?

De ninguna manera.

¿Habrá relaciones comerciales?

Sí, pero ahora El Salvador ya exporta a China productos por un valor de 80 millones de dólares aunque no teníamos relaciones diplomáticos, pero los lazos comerciales son fuertes y estrechos.

¿Qué producto se exportan?

Azúcar y otros productos agrícolas.

¿Qué programas de cooperación tienen en mente?

Los dos gobiernos están comenzando a instalar mesas de diálogo para acordar temas de cooperación en los sectores de comercio, economía, inversión, salud, educación, cultura y apoyo a la micro y mediana empresa.

¿Tienen planeado desarrollar el Puerto de La Unión?

Creo que eso es una acción empresarial, no tiene nada que ver con el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas naciones.

¿Por qué antes no habían relaciones diplomáticas?

Hay un dicho: Cuando llega el agua se hace el cauce.

¿Y ahora ya llegó el agua, ya habrá cauce?

Sí.

¿En el corto plazo cuáles son los proyectos a realizarse?

Todos los proyectos que se abordarán dependerán de la voluntad y el interés de los dos Estados y serán relacionados con el mejoramiento de la vida cotidiana del pueblo salvadoreño.

¿Qué se le puede decir a los salvadoreños escépticos con esta apertura de relaciones diplomáticas?

Que necesitan tiempo, que necesitan aumentar el conocimiento recíproco, y a pesar de la distancia geográfica que separa a nuestros dos pueblos estas especulaciones van a desaparecer. A medida que pase el tiempo van a percibir la cordial amistad y sinceridad del pueblo chino.

Después de estas palabras, el ambiente se vuelve menos formal, llega la toma de fotografías, se repasan algunas historias de cómo China se vio envuelta en la guerra civil que terminó con la salida del partido perdedor, el Kuomintang, y su posterior arribo a la isla de Formosa (hoy Taiwán) y la plática de sobremesa sobre el camino que ahora deberán recorrer ambas naciones para que surja la confianza de los salvadoreños en el pueblo chino.

Poco antes de marcharme, la señora Jianhong me dice unas palabras que me quedan sembradas en la mente:

—En esto no ha habido negociaciones oscuras. Todo este proceso resistirá cualquier revisión de personas, de partidos políticos… y del tiempo.

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