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Dos municipios salvadoreños donde la violencia no existe

San Lorenzo y Perquín son dos localidades en las que solo se han registrado tres homicidios durante dos años. Estas cifras constituyen la esperanza de quienes buscan vivir en paz. ¿Cuál es el secreto de su éxito?

Perquín
Foto: Milta Segura/El Salvador Times.
Dos municipios salvadoreños donde la violencia no existe

En los últimos años El Salvador se ha convertido en uno de los países más violentos en Latinoamérica. El año pasado la organización internacional InSight Crime reveló que su tasa de criminalidad es de 103 homicidios por cada 100,000 habitantes. En 2013 el país ocupó el cuarto lugar de países más violentos del mundo, según la Organización de Estados Americanos (OEA).

Con estas cifras cualquiera podría creer que no existe una esquina libre de este cáncer; sin embargo existen dos municipios donde aún es posible respirar paz y tranquilidad. Ellos son San Lorenzo, en Ahuachapán, y Perquín, en Morazán. Dos lugares que durante años se han caracterizado por su bajos o escasos niveles de violencia.

En 2014 y 2015 estas localidades reportaron cero y tres muertes, respectivamente. Paralelamente, el país alcanzó un promedio de 36 asesinatos diarios durante el mes más violento de ese periodo. En la actualidad, con un refuerzo de  programas de prevención y erradicación de la violencia, se han contabilizado 173 homicidios durante el mes de mayo, es decir 5.6 como promedio.
 
Durante todo el 2015 hasta la fecha, en Perquín solo se registraron tres homicidios. Según sus representantes comunales, en el casco urbano de este municipio de 5 mil habitantes, el 80% son personas profesionales con carreras universitarias e incluso con especializaciones.

En Perquín, el papel de la Policía Nacional Civil (PNC) es opacado por el que realiza la Policía de Turismo, dado que la zona se desarrolla “La Ruta de La Paz”.

De acuerdo al Odir Olive, síndico del municipio, la preocupación de sus habitantes consiste es salir adelante con sus estudios para ser productivos en las diferentes áreas. Desde profesores, psicólogos, hasta médicos y profesionales especializados; pero sin faltar agrónomos y personas trabajadoras en ocupaciones domésticas y de agricultura.
 
“Los jóvenes salen a estudiar a San Miguel, La Unión, otros en San Salvador y se insertan en la vida laboral del municipio o de otros lugares. La otra parte de la población se dedica al trabajo de turismo, a la producción de alimentos y otros”, indicó.
 
Uno de los productos de más demanda y proyección en Perquín son las hortalizas y el café. A ello se suma la demanda de profesionales de la Escuela Nacional de Agronomía (ENA), desde donde los agrónomos potencian el sector de la siembra.
 
En la zona, el papel de la Policía Nacional Civil (PNC) es opacado por el que realiza la Policía de Turismo, dado que la zona se desarrolla “La Ruta de La Paz”. Hablar de pandillas es un tema muy aparte de su realidad, porque ahí no existen las maras y los jóvenes que quieren formar parte de estos grupos se involucran en el trabajo y programas de reinserción deportivos y de formación de talleres vocacionales.
 
Un pueblo blanco, libre y seguro
 
San Lorenzo se ubica en el  departamento de Ahuachapán y cuenta con un eslogan que lo define como  un pueblo “blanco libre y seguro”. Gran parte de una población está compuesta por un sector productivo que explota las bondades que su tierra, lo que le permite un crecimiento económico para sus habitantes. 
 
De acuerdo a su alcalde, Walter Ortiz, la magia de este municipio radica en que es un lugar libre de violencia en el que la población pasa la mayor parte de su tiempo ocupada, trabajando y elaborando sus productos a base de jocote barón rojo y loroco.
 
“El hecho de que la gente pase ocupada tratando de dinamizar los productos del loroco y el jocote barón rojo les ayuda a tener una mejor situación económica. Creo que este es una gran ejemplo porque se contrarresta la situación del factor trabajo y factor económico”, señala el edil.

San LorenzoEl  85% de las casas en este pueblo son de color blanco, lo que genera un ambiente tranquilo y lleno de paz. Se se espera que en un año el pueblo sea totalmente blanco; esto como un atractivo turístico que junto a sus productos comestibles  lo convierten en un lugar ideal para visitar y también para imitar. 
 
“Lo que va a encontrar en este pueblo es paz y tranquilidad. La gente puede recorrer las calles del pueblo a altas horas de la noche y es es algo que los habitantes disfrutan mucho acá”, agrega Ortiz.
 
El alcalde de San Lorenzo asegura que durante sus casi cuatro períodos este lugar ha mantenido inexistentes números rojos respecto a homicidios. Durante todo 2014 y 2015 se registró solo un crimen. La víctima fue abandonada en el lugar. Desde ese entonces no cuentan con otro hecho violento.
 
Según Ortiz se trató de un hecho aislado. "Los responsables solo vinieron a dejar a su víctima y se fueron. El cuerpo no fue reconocido. Los habitantes se alarmaron mucho porque esto es muy raro en esta zona”, subraya.  Previo y posterior a estos hechos, no se han registrado mayores inconvenientes en la zona; ni siquiera asaltos.
 
Tanto Ortiz, como Olive, explican que la clave para que ambos lugares conserven esa distinción de cero violencia puede ser imitada, y dependerá del esfuerzo que tanto autoridades como población implementen, sin olvidar los valores morales que sean inculcados para este fin.  

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