A sus 20 años Sonia conoció la cárcel, tras dar a luz a una bebé que nació muerta. El delito, homicidio agravado, por el cual pasó detenida 7 de los 30 años de pena.

Sonia estaba por dar a luz a una niña. Pero un mes antes de cumplir las 39 semanas empezó a sentir retortijones y a sangrar, lo cual terminó cuando su bebé nació muerta y la justicia la juzgó sin establecer un estudio pericial minucioso.

Sonia recuerda bien la fecha, su bebé tenía que nacer el 17 de marzo le habían dicho en la unidad de salud, pero un mes antes empezó a sentir retortijones, para ella no era nada extraño, pues pensó que solo se trataba de dolores de estómago, provocados por una comida que le sentó mal.

“Tres días después los dolores fueron más fuertes. Yo estaba en mi casa cuando empecé a sentir los retortijones me preparé para ir al hospital, pero el bus me dejó (el último pasó a las 5 p.m.) y me regresé a la casa. La Unidad de Salud estaba bien lejos y los dolores eran cada vez más fuertes”, recuerda Sonia.

La joven mujer rompió fuente y empezó a sangrar, llevó una sábana para limpiarse, estaba en un shock nervioso. Salió de la casa, se fue a un cafetal, “ahí nació la niña, afuera de la casa. Solo recuerdo que mi hermana y mi papá me andaban buscando. Me preguntaron qué me pasaba, pero yo estaba nerviosa, no sabía lo que pasaba, estaba temblando. No les podía contestar”, recuerda con una triste mirada.

Al verla sangrar llamaron a la Policía y la llevaron a la Unidad de Salud del Botoncillal, “ahí el doctor le dijo a mi hermana que yo había dado a luz y que si la niña estaba muerta, yo iba a quedar detenida. Me tuvieron ingresada, me pusieron suero y me dejaron custodiada por policías. En el lugar ya estaba la Fiscalía”, añade.

Tres días después de dar a luz, fue enviada al Centro Penal de Ilopango, donde pasó siete meses mientras se desarrollaba la audiencia inicial. Cinco meses después de eso, la audiencia condenatoria donde se le decretaron 30 años de cárcel.

Una compañera de prisión de Sonia le contó de organizaciones que toman casos como el de ella y un par de semanas después abogado la visitó y le pidió que le contara el caso. 

"Él me ayudó. Pasé siete años con cinco meses presa”, añade esta mujer.

Sonia acusa de daños psicológico y de un proceso injusto, según lo estimó su abogado defensor. El defensor alega que no se investigó el caso, que no se conoció de la complicación de su embarazo.

Su historia es una de las más reciente que han retomado las organizaciones feministas para pedir, entre otras cosas justicia, porque fue juzgada por homicidio. 

Sonia prepara, junto a las Dignas, una contrademanda por daños a su moral.

Se unió a la marcha

Esta mujer marchó junto a un buen centenar de féminas más para pedir que su caso se haga justicia y para que se despenalice el aborto terapéutico y no poner en riesgo la salud de otras mujeres que podrían pasar por una situación similar a la suya.

“Yo sí quería tener a la niña. Yo quedé muy mal emocionalmente y me sometieron a terapias psicológicas para reponerme, hablar de esto es para mí aún bien difícil porque no le deseo a nadie todo lo que pasé”, añade.

@DiarioTIMES organizaciones marchan a la Asamblea con colorido en defensa de sus derechos. pic.twitter.com/T3MgstwkSx

— Karla Espinoza (@karlitesp) 8 de marzo de 2017