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Social - Inició el año lectivo

60,000 estudiantes no se matricularon este año por temor al acoso de las pandillas

Según gremios de maestros, niños entre 2º y 3º grado son los más vulnerables a los grupos criminales.

Escuela
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60,000 estudiantes no se matricularon este año por temor al acoso de las pandillas

El año escolar que fue inaugurado oficialmente ayer por el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, comenzó con unos 60,000 alumnos menos respecto al año anterior, según estimaciones del Sindicato de Maestros de la Educación Pública (Simeduco). El principal motivo para la deserción escolar es el acoso de las maras y pandillas en las zonas aledañas a las escuelas.

La cifra de los docentes contrasta con las promesas que emitió ayer el presidente al decir que "impulsaremos y daremos continuidad a las estrategias de prevención de la violencia", principalmente en aquellos municipios identificados como de mayor índice criminal. 

De acuerdo con el secretario de Simeduco, Francisco Zelada, el 2017 inicia con una cifra de deserción que se asemeja a la que se presentó en 2016, y que equivale al 5% de la población matriculada, pero lo más preocupante para el gremio de la educación es que el año inicia y que el problema podría incrementar en el transcurso del mismo, tal y como sucedió en 2016, cuando se contabilizó hasta 80 mil alumnos que abandonaron sus aulas por la inseguridad en sus comunidades o en los lugares donde se encuentran las escuela.

Zelada agregó que los niños de educación básica son los más asediados por las pandillas, ya que es en esa edad cuando comienzan a definir si se involucran como colaboradores menores de las estructuras; "ese sector es el más asediado, mientras que en bachillerato ya llegan definidos a qué pandillas pertenecen”.

En colonias populares los pandilleros utilizan a menores de edad como "antenas" o "mascotas" y su labor es servir de informantes para controlar el ingreso y salida de policías y de personas ajenas a colonias y barrios asediados. Este tipo de jóvenes, en su mayoría, pasan en las calles vigilantes.

El sindicalista también denunció la entrega atrasada del Observatorio Nacional de Educación, en el que se destacan estas cifras de forma oficial.

La semana pasada, el Ministerio de Educación y la PNC firmaron un acuerdo para brindar seguridad a 1,250 escuelas de todo el país para generar mejores condiciones a los estudiantes. "Debemos ir construyendo una escuela más abierta a la comunidad, que asegure que en efecto, la escuela sea el centro de desarrollo comunitario", apuntó el ministro Carlos Canjura.

La situación en colegios privados

A esta cifra de deserciones en el sector público se suma la de los colegios privados, que contabilizan un 13% anual de deserción de estudiantes por el mismo acoso criminal. Las cifras son similares a las mostradas en 2016.

Manuel Machado, miembro de la Asociación de Colegios Privados de El Salvador, lamentó que no sean incorporados en la labores de seguridad que implementa el Gobierno, ya que esa sinergia podría ayudar a combatir el flagelo y que menos estudiantes se vean afectados. 

Sin embargo, las amenazas no solo son percibidas por los alumnos. Maestros de diferentes niveles son blanco de estos grupos y reciben amenazas. Esta situación ha llevado a que muchos docentes hayan dejado la profesión incluso para emigrar a Estados Unidos, denunció Zelada.

“Esto sucede porque los pandilleros, muchas veces, piden la entrega de certificados, sino les ofrecen matarlos o atentar contra sus familias. Ahí al maestro no le queda de otra que renunciar. Otros casos piden que les pasen de grado a sus hijos”, denunció Zelada.

Paz Zetino, otro dirigente sindical, puso como ejemplo que algunos estudiantes con vínculos con pandillas escriben amenazas en los exámenes como forma de amedrentar a los maestros y que estos los evalúen bien y no les exijan más de lo que ellos pretenden.

Los sindicalistas pidieron más apoyo para el sector educativo en labores de seguridad para este 2017.

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