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Sucesos - Vista pública fue reprogramada

Comerciante que se asoció con pastor evangélico para prestar dinero lo acusa de estafarlo con más de $35,000

El pastor principal de la iglesia cristiana Eben Ezer, del barrio la Vega, se valió de la amistad de un hombre para asociarse con él y estafarlo, según la acusación.

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Comerciante que se asoció con pastor evangélico para prestar dinero lo acusa de estafarlo con más de $35,000

Un abogado y pastor evangélico es acusado de estafar con $35,052 a un comerciante con el que tenía una larga relación de amistad. Moisés Ramos Rosales -el pastor- fue acusado de valerse de la amistad y confianza de Francisco Salvador Martínez Hernández, de 50 años, a quien conocía desde hacía más de 23 años, y es procesado por los delitos de Estafa Agravada Continuada y Falsedad Ideológica.

Según la denuncia, en mayo de 2006  Ramos Rosales convenció a Martínez Hernández de asociarse con él e iniciar un negocio de préstamo de dinero con un interés del 10%. El demandante accedió tomando en cuenta la amistad que habían cultivado durante varios años, y considerando además que el abogado era el pastor principal de la iglesia cristiana Eben Ezer, del barrio La Vega, en San Salvador.

Ambos acordaron repartir las ganancias en un 8% para Martínez Hernández, ya que sería el encargado de poner el dinero y 2% para Ramos Rosales, que se encargaría de conseguir a los clientes, llevar a cabo la documentación legal y asegurar el pago del dinero. El préstamo se realizaría a través de mutuos simples -contrato de préstamo de dinero-, o prendarios -ofrecer un bien en garantía-. Fue así como iniciaron el negocio el 8 de mayo de 2006.

Mediante un poder general judicial otorgado por el demandante al pastor, para que el último apareciera como acreedor en la documentación, entregaron más de 40 mutuos simples, por montos que van desde los $500 hasta los $2,000 durante un año.

Según la acusación fiscal, Ramos Rosales informaba a Martínez Hernández cada vez que alguien pedía un préstamo. Le presentaba una fotocopia de un mutuo simple -que contenía toda la información del deudor- y la víctima entregaba la cantidad de dinero solicitada. 

Durante los primeros meses todo marchó bien, según la acusación, pero al cabo de un tiempo el pastor dejó de entregar las ganancias. Al ser cuestionado al respecto señaló que algunas personas tenían problemas con el pago; fue entonces cuando la víctima intentó cobrar la deuda.

Un total de 41 fotocopias de estos documentos privados autenticados le habían sido entregados por el abogado, pero presentaban irregularidades en las firmas, nombres o los números de Documento Único de Identidad (DUI). Por ello la víctima no pudo ubicar a los deudores y acudió a la Policía Nacional Civil (PNC) para denunciar el caso.

Los notarios que autenticaron los documentos informaron a las autoridades que fueron engañados y que el pastor les había presentado documentación falsa, valiéndose de la confianza que le tenían. 

La investigación fiscal señala que 19 mutuos simples contienen anomalías (nombres o apellidos alterados), en cinco aparece el nombre de alguien más y en seis casos el número de DUI corresponde a otra persona. 

Varias de las personas que aparecen como deudoras aseguraron, además, desconocer al imputado y negaron haber realizado un préstamo con él. Mientras que otros indicaron conocerlo solo porque era pastor.

Una de las mujeres que aparece como deudora en un documento dijo haber entregado una vez su DUI al abogado, porque este la casaría en su Iglesia, pero rechazó haberle solicitado dinero prestado.

La vista pública fue reprogramada para el primero de febrero de 2017 en el juzgado Sexto de Sentencia de San Salvador. De ser encontrado culpable, el pastor podría ser condenado varios años de prisión.

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