Un comerciante que adquirió un vehículo ofertado en la página de Internet OLX se convirtió en víctima de una banda de estafadores que vendía carros cuyos verdaderos propietarios les entregaban en calidad de prueba. Uno de los delincuentes fue capturado y sentenciado a cuatro años de prisión en un juicio abreviado en el juzgado Primero de Sentencia de San Salvador. La Fiscalía investiga a 68 sujetos más ligados a casos similares.

La tarde del pasado 18 de enero se publicó en OLX un pick up marca Toyota Tacoma, año 2008, por un valor de $5,800 negociables. Esa misma noche, José R. se interesó en el automotor y llamó al supuesto dueño del vehículo. Ambos acordaron reunirse al día siguiente en el centro comercial Alta Vista.

A la reunión llegó el supuesto hijo del sujeto con el que el interesado había hablado por teléfono la noche anterior y cuya identidad no fue revelada en la vista pública debido a investigaciones fiscales.  

Este se presentó con un DUI falso que le fue entregado por sus cómplices el día anterior en San Jacinto y que -según señaló el juez del caso durante la audiencia- "engaña fácilmente a quien actúa de buena fe y tiene un trabajo honesto".

Tras haber negociado el vehículo en $5,500, esa misma tarde se realizó la compra-venta en una tramitadora ubicada en las cercanías de la aduana de Ilopango. Ahí, el interesado verificó si el vehículo tenía reporte de robo, números alterados o cualquier indicio de ilegalidad, pero no encontró nada extraño, por lo que entregó el dinero al vendedor.

Sin embargo, siete días después, agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) lo intervinieron en San Salvador. José fue detenido y el automotor que recién había comprado le fue incautado.

Los agentes le notificaron que el pick up era parte de un caso de estafa en Usulután. En esa ciudad, el verdadero dueño había entregado el automotor por unos días como periodo de prueba a un sujeto que mostró interés en comprarlo. Sin embargo, el sospechoso desapareció con el vehículo por lo que fue denunciado.

El automóvil le fue devuelto a su dueño original, mientras que José R. interpuso la denuncia contra el sujeto que se lo vendió. 

El sujeto que le había entregado el carro fue capturado y acusado por los delitos de estafa y uso y tenencia de documentos falsos y, tras confesar el delito ante el juez Primero de Sentencia de San Salvador, pidió perdón a la víctima.

El juez lo condenó a cuatro años de prisión y al pago de responsabilidad civil por un monto que será dado a conocer en la resolución escrita que será entregada al fiscal del caso y a su abogado defensor.

El imputado enfrenta más procesos judiciales por el delito de estafa, ya que la Fiscalía tiene registros de al menos 38 casos a nivel nacional bajo el mismo modo de operar durante los años 2015 y 2016 y por los cuales se investiga a 68 sujetos más.

Según el ministerio público se trata de una banda que vendían vehículos que les habían sido entregados como periodo de prueba por parte de una primera víctima. 

En ese corto periodo de tiempo, los estafadores ofertaban los carros a un precio accesible y luego los traspasaba con documentación falsa a una segunda víctima.