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Sucesos - Condenaron a uno de los autores a 50 años

Pagó con su vida y la de su hermana el negarse a un amorío con un pandillero

La mujer se dedicaba a hacer tortillas y el pandillero la engañó con regalarle maíz, cuando fue emboscada por tres sujetos que le dieron muerte a ella y a su hermana frente a tres menores de edad.

Imagen de referencia crimen
Imagen de referencia crimen
Pagó con su vida y la de su hermana el negarse a un amorío con un pandillero

Eran las 5:30 de la madrugada, cuando Sonia y Marilú salieron ese viernes 18 de septiembre de 2009 de su casa junto a sus tres hijos hacia un predio baldío cercano, donde Willber, un pandillero reconocido de la zona, le regalaría un quintal de maíz. Mas nunca imaginó que eso le costaría la vida a ella y a su hermana.

Willber llevaba tiempo de pretender sentimentalmente a Sonia, pero esta se había negado. Él quería algo con ella e insistió hasta cansarse. El sujeto incluso solía regalarle cosas, por lo que no era extraño que ese día le dijera que le iba a regalar maíz para ayudarle al negocio.

Se fueron las dos mujeres con los niños donde habían quedado de encontrarse: en la zona de la Cooperativa El Ángel, ubicada en el cantón Joya Galana, caserío la Junta, del municipio de Apopa. Ellas esperaban, los niños jugaban.

Aún no había terminado de romper el alba, cuando aparecieron tres sujetos en una moto. Las mujeres y los niños quedaron helados al ver que llevaban armas de fuego en sus manos. No pudieron ni pronunciar una palabra, cuando dos balazos atravesaron el cuerpo de Marilú y otros dos disparos rompieron la cabeza de Sonia. Cayeron al suelo.

A Sonia le disparó directamente Willber, a Marilú la mató El Pino, identificado como José Herminio García.

Los niños salieron corriendo, pero alcanzaron a ver como otro sujeto se les fue encima a las mujeres con un machete. A Sonia, le partió el cuello y a Sonia le dio en la cabeza. Luego los tres sujetos huyeron del lugar en las mismas motocicletas.

Los niños llegaron hasta donde su abuela a avisarle lo que había pasado. La señora salió corriendo a ver lo sucedido y se encontró con la horrible escena: frente a un árbol de jocote quedaron los cuerpos, la sangre mezclada con la tierra y la saña con que se les fue arrebatada la vida.

Todos supieron el porqué: Sonia no quiso tener un amorío con Willber y el pandillero le cobró el precio más caro: su vida a ella y la de su hermana.

Por este caso, fueron condenados Wilber y los otros sujetos que participaron en el hecho. Solo había quedado pendiente José Herminio García.

Luego de que se oyeron a los testigos, entre ellos uno de los niños que presenció el hecho y la abuela, además de la prueba documental, el juez del Juzgado Primero de Sentencia de San Salvador lo condenó a 25 años por cada una de las muertes; es decir, 50 años que purgará en el penal de Quezaltepeque.

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