Un hombre dedicado a traficar personas fue condenado a siete años de cárcel y a pagar $3,000 a la familia de una universitaria a quien sacó de El Salvador con la promesa de llevarla a Estados Unidos de forma ilegal; pero en vez de eso, la llevó a la muerte.

El procesado es Mauricio Ernesto Fuentes, de 35 años, y los hechos sucedieron en 2013 cuando Katherine Vannesa Umanzor, estudiante de Administración de Empresas de la Universidad Tecnológica de El Salvador conoció a otra joven con la que hizo una amistad muy íntima al punto de comentarle su sueño de llegar a EE.UU.

La nueva amiga, Andrea Ávalos, le comentó que ella tenía un hermano que llevaba personas de forma ilegal.

Umanzor vivía con sus tíos, Rosa Digma Alegría de Reyes y Jorge Alberto Reyes, quienes la criaron como una hija.

A ellos les manifestó, como en otras ocasiones, su deseo de irse para ver a su padre y que sabía de una persona que la podía llevar.

Entonces, los tíos meditaron la información y decidieron reunirse con el sujeto para conocer más detalles.

El viaje tendría un costo de $7,000 de los cuales $3,000 debían ser entregados al salir; $1,000 debían ser entregados cuando la joven estuviera en México y el resto cuando llegara a los Estados Unidos.

Con mucho sacrificio, Reyes reunió $3,000 a través de un préstamo bancario. El resto, lo pagaría la abuela de la joven.

El viaje con optimismo

Los familiares de Katherine se despidieron de la chica en la madrugada del 5 de octubre de 2013 en el lugar acordado con el coyote como punto de partida.

De acuerdo a los tíos, el coyote prometió que la joven viajaría en buses y carros, que no caminaría y que estaría en su destino en ocho días, según la declaración de Reyes.

El 7 de octubre, dos días después, la joven se comunicó por Facebook con su prima, a quien le comentó que estaba en la frontera de Guatemala donde el coyote la había dejado con otros guías, que a su vez, llevaban a un grupo más grande de inmigrantes.

Una segunda comunicación se estableció el día siguiente cuando Katherine le narró a su prima que ya había cruzado la frontera y que sabía que iban con rumbo a México donde les habían prometido que les tendrían un asado para cenar y agarrar fuerzas para continuar el viaje.

La joven les comentó que se había hecho amiga de dos muchachos que estaban entre el grupo de inmigrantes. El grupo llegó hasta Acapulco donde se reunió nuevamente con Fuentes quien habló al papá de Katherine para que entregara el resto del dinero y así se hizo.

La última vez que los familiares supieron de la joven fue el 10 de octubre, cuando Katherine les mencionó que estaban en Acapulco y que dejaría de comunicarse, porque entregaría el teléfono al coyote.

En una conversación aparte, la joven le comentó a su prima que uno de los guías había intentado abusar de ella, pero que se había librado.

El calvario de los tíos de la joven

La angustia surgió cuando pasaron cuatro días sin saber nada de la sobrina. 

Los tíos se comunicaron con Fuentes para preguntar por ella y éste les contestó que ya debía haber llegado a Estados Unidos.

Los esposos Reyes angustiados realizaron una serie de llamadas telefónicas a diferentes casetas de migración fronterizas en México y Estados Unidos. 

“Queríamos saber si la niña estaba detenida para ver cómo se le ayudaba o saber si estaba con vida”, dijo Reyes en su declaración.

Días más tarde, se comunicaron con el coyote y este les dijo que había sido detenida en Houston y que los guías no habían podido ayudarla.

Otra de las formas en que la buscaron fue a través de la cuenta de Facebook de la misma Katherine,  donde se percataron que la joven recién había agregado a dos hombres entre sus amigos, se comunicaron con ellos y aceptaron haberla conocido en el viaje.

Sin embargo, dijeron que Katherine había sido removida del grupo y que no sabían de su paradero; mientras que ellos ya se encontraban en su destino.

Un reporte policial indicó que el 20 de octubre fue encontrada una joven inmigrante en condiciones deplorables en territorio estadounidense en un lugar llamado La Tomatera.

La condición de deshidratación y otros problemas de salud de la joven eran de tal gravedad que las autoridades la trasladaron hacia un centro médico, pero murió en su traslado. La devastadora noticia llegó a oídos de sus tíos hasta muchos días después.

Algunos datos curiosos del caso

La tía de Katherine fue al municipio de Dulce Nombre de María, en el departamento de Chalatenango a buscar a Fuentes en la dirección que aparece en su DUI donde una familiar de éste le confirmó que había cambiado de dirección.

Según la mujer, “el hombre se fue del lugar, porque lo andaban buscando por varios casos de muchachas que habían desaparecido” y al mismo tiempo agregó que el hombre había expresado en una ocasión que “le tenía más cuenta vender a las muchachas en México que hacerlas llegar a Estados Unidos”.