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Sucesos - A través de Facebook

Con la vieja trampa de vender “vehículos traídos”, hombre estafó a varias personas

El sujeto tenía cierta habilidad de convencer a las personas para que le entregaran la mitad del dinero en concepto de reserva, cuando se interesaban en un carro que había mostrado a través de fotografías en Facebook.

portillos car
Con la vieja trampa de vender “vehículos traídos”, hombre estafó a varias personas

El dueño de la sociedad "Portillo’s Car Logistics" estafó al menos a siete personas a quienes ofreció vender vehículos importados, nuevos o usados, y a bajo costo a través de Facebook.

José Ricardo Portillo Vásquez, de 33 años, logró que varias personas, sin conocerlo, confiaran en su palabra y le entregaran diversas cantidades de dinero a cambio de venderles vehículos que serían traídos desde Estados Unidos en 2015.

Los afectados reconocieron que el hombre tenía mucha habilidad de convencerlos para que le entregaran la mitad del dinero en concepto de reserva, cuando se interesaban en un carro, a través de fotografías que les mostraba vía Facebook.

A pesar de que los meses pasaban y no recibían el automotor ofrecido, varias víctimas cancelaron el total del monto e incluso entregaron vehículos al imputado a cambio de un modelo más reciente, el cual nunca recibieron, según la acusación fiscal.

En redes sociales, la empresa aseguraba especializarse en la importación de vehículos de USA, CANADA, HAWAII y ALASKA a El Salvador. “Ofrecemos compras en subastas en vivo”, prometía.

El noviembre de 2015, Balmore se comunicó con la sociedad, interesado en adquirir un carro marca Kia, modelo Forte, año 2010, que había sido ofertado en $5,100 en la página de Facebook.

La respuesta fue que podían negociar el precio, pero para ello debía acudir a la aduana Ramsa, ubicada en la calle de Oro. Entusiasmado, Balmore llegó al lugar el 17 de noviembre  y revisó que el carro no presentara problemas. Todo lucía bien. Un empleado de Portillo Vásquez y la víctima negociaron el precio en $4,700, pero para obtener el descuento de $400 del precio inicial, debía pagar $3,000 por reserva, y el dinero restante sería entregado cuando el vehículo estuviera en su poder. 

Esa misma tarde, Balmore llegó hasta las oficinas del estafador ubicadas en el Centro Comercial Plaza Mariachi, de la colonia Médica de San Salvador, donde se reunió con José Ricardo Portillo Vásquez. Ahí ambos firmaron una escritura y una promesa de venta, la cual nunca se cumplió.

Los papeles le fueron entregados a la víctima y él a cambio entregó los $3,000 acordados. El carro le sería entregado en un lapso de 15 días, sin embargo, cuando la fecha se cumplió, el imputado no respondió a las llamadas telefónicas de la víctima.

Preocupado, Balmore acudió a la oficina donde días antes había firmado la promesa de venta, pero un vigilante le notificó que el inmueble había sido desalojado debido a que muchas personas llegaban a reclamar por carros que nunca les fueron entregados.

El miembro de seguridad también le dijo que podía encontrar a Portillo Vásquez en la aduana de Nejapa, hacia donde se había trasladado con su nueva empresa: "Autofast".

Ahí, Portillo Vásquez se disculpó con la víctima, y le pidió más tiempo debido a "problemas" con los trámites. Pero el tiempo pasó y el imputado no cumplía su palabra, por lo cual decidió acudir a la aduana Ramsa a verificar si el vehículo continuaba en el lugar. Entonces la víctima se enteró que en el lugar solo había un vehículo similar al que le fue ofertado pero con una póliza diferente. Fue hasta entonces cuando se enteró de que había sido estafado e interpuso la denuncia.

Pero no todos se percataron que fueron víctimas de una estafa antes de entregar más dinero.

Otros estafados

En noviembre de 2014, un hombre vio el anuncio de un carro marca Mazda 3, año 2012, a un costo de $5,800 en la misma página de redes sociales. Interesada, la víctima se contactó con el imputado y acordaron la entrega de $2,900 como reserva. 

Otra camioneta también llamó su atención: una Ford Scape, año 2008, la cual tenía un valor de $5,700. Pero debido a que no contaba con el dinero para reservar ofreció su vehículo de igual modelo pero año 2006, en garantía.

El 24 de diciembre de ese mismo año, Portillo Vásquez logró que la víctima hiciera el traspaso del automotor a su nombre, a pesar de que ninguno de los dos vehículos negociados le habían sido entregados.

En enero de 2015, el imputado aún no entregaba ninguno de los dos carros a su otra víctima, y a pesar de ello le pidió el dinero restante del Mazda 3, para "pagar los trámites aduanales", dijo. Éste accedió y entregó el valor total por el cual fue negociado el carro, es decir $5,800.

La misma suerte corrió Reyna Melany Núñez. Las habilidades de Portillo Vásquez la llevaron a pagar $300 de reserva y $2,500 de anticipo por un carro el 8 de mayo de 2015. Dos meses después, el imputado le informó que debido a problemas aduanales debía cancelarle la totalidad que eran $5,000.

El 22 de julio, la mujer le entregó otros $2,500, pero fue hasta en enero de 2016 cuando se enteró que había sido estafada.

Portillo Vásquez fue denunciado por al menos siete personas por el delito de estafa agravada y capturado y enviado al penal de Apasteos, en Santa Ana, mientras el proceso judicial en su contra continuaba.

El imputado enfrentará vista pública el próximo 1 de marzo, en el juzgado primero de sentencia de San Salvador donde podría ser condenado a varios años de prisión además de devolver el dinero a las víctimas.

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