Los familiares del general Atilio Benítez, exembajador de El Salvador en Alemania, afirman que en agosto pasado les fueron canceladas sus visas de Estados Unidos, lo que califican como una persecución por parte del gobierno de dicho país. El exmilitar enfrenta en la actualidad un antejuicio en la Asamblea Legislativa por estar vinculado a un caso de tráfico de armas.

Emma de Benítez, esposa del militar, afirmó que en agosto pasado -mientras regresaban de Colombia y hacían escala en el aeropuerto Internacional de Tocumen, en Panamá-  un funcionario estadounidense los detuvo a la entrada del avión y sin explicación alguna les pidió los pasaportes y les canceló las visas.

"Mi esposo fue un hombre que apoyó a Estados Unidos en la guerra en Irak", subrayó la esposa de Benítez, tras asegurar que se siente desconcertada por la forma de actuar de los funcionarios estadounidenses contra su familia.

Por su parte, el abogado del militar, Mario Machado, insiste en que Benítez se encuentra en estado de coma y pide en su nombre de la familia que se acelere el proceso de antejuicio en la Asamblea Legislativa.

"Él se encuentra en Cuidados Intensivos, los documentos que hicimos llegar a la Asamblea Legislativa los hemos presentado sin necesidad que se soliciten", remarcó el abogado.

El defensor señaló que la documentación ha sido verificada por médicos que atendieron al embajador de El Salvador en Alemania, quien la semana pasada fue ingresado de emergencia en el Hospital de Diagnóstico de la colonia Escalón.

Machón informó, además, que los resultados de los exámenes médicos ya han sido enviados a la Asamblea Legislativa y Cancillería para mantener al tanto a ambas partes sobre el estado de salud de su cliente.

Durante una conferencia de prensa ofrecida esta mañana, Machón dio lectura al documento extendido por el centro médico, el cual resumió en un "estado comatoso, probablemente causado por una patología cardíaca (arritmia cardíaca) con secuela de encefalopatía Hipóxica"; asimismo dijo que su recuperación dependerá de la forma en la que el embajador reaccione, sin fijar el número de días que va a tardar en recuperarse.

La familia del funcionario se negó a dar detalles sobre la salud de éste, argumentando que "el diagnóstico lo queremos mantener para la familia".

"Traer a mi esposo a punto de morir en la madrugada no es fácil, él vino con las condiciones que se han señalado y que el hospital puede dar por válidas", expresó Emma Benítez, esposa del general, a la vez que hizo énfasis en que "el diagnóstico lo van a dar los médicos, no nosotros".

"Nos preocupa que hay una precondena. Es necesario aclarar cosas y como no puede hablar, vamos a hablar nosotros", remarcó una de las hijas de Benítez, quien dijo que espera que el funcionario mejore de salud lo más pronto posible para que se le permita defenderse ante la Asamblea.