Ya estaban listos para ir a la cama y descansar luego de haber culminado un arduo día de trabajo en una pequeña maquila y en un depósito de bebidas que tenían desde hace cuatro años en una de las casas que fueron consumidas por las llamas en los mesones del centro histórico de San Salvador. Ellos son unas de las tantas familias que pedieron todo la noche del pasado 19 de noviembre. 

La noche del incendio Salomón Herrera estaba junto a su esposa Carmen Aída Fernández de Herrera viendo la televisión, cuando los gritos de sus vecinos, un calor insoportable y un estruendo los alertó que algo extraño estaba sucediendo.

“Alguien gritó '¡Fuego, fuego!' Entonces salimos de la casa solo con lo que andábamos puesto”, relató con lágrimas en los ojos De Herrera a El Salvador Times; no podía evitar sentir decepción al ver que sus herramientas de trabajo se quemaban.

Este matrimonio rentaba tres habitaciones por la cantidad de $325 mensuales, en una contaban con diez máquinas de coser y una sublimadora; en el otro espacio, tenían un depósito de bebidas y el tercero era el cuarto en el que vivían.

“Nada más el lunes recargamos $1,500 en bebidas, perdimos todo, ya no tenemos nada y trabajamos con préstamos que hay pagar”, aseguró Salomón Herrera, quien no podía evitar la preocupación en su rostro.

Para esta pareja no fue fácil ver arder lo que con mucho esfuerzo y sacrificio construyeron con el pasar de los años. Ellos acusan a un empleado de call center de haber ocasionado el voraz incendio que arrasó con todo lo que habían logrado.

“Yo le dije mil veces a la señora Regina (encargada del mesón) que sacara a ese marihuanero de ahí, se lo pedí muchas veces pero no me escuchó”, recordó con frustración Fernández de Herrera.  

La impotencia de no poder hacer nada en el momento en el que ocurrió la tragedia no les permitió dormir durante toda la noche, pensando en cómo lograrían obtener el dinero suficiente para poder pagar las deudas que habían adquirido y que con los ingresos de sus negocios solventarían.

Tras haberlo perdido todo y conocer quién fue el responsable de las cuantiosas pérdidas que tuvieron decidieron denunciar al sujeto. Ahora está en prisión esperando responder ante las autoridades por las acusaciones que caen sobre él.

“Lo que todos suponemos, porque ya lo había hecho antes, es que se le quemó el colchón y por andar en su onda no pudo contenerlo”, señaló De Herrera, hipótesis que confirmaron las autoridades al señalar que el fuego inició desde la habitación del sujeto.

Se trata de Jesús Panameño Cardoza, quien por ahora está detenido en el puesto policial conocido como “El Penalito” de San Salvador, tal como lo confirmó la Policía a este medio.

"Todo se quemó, no recuperamos nada”

Al igual que este matrimonio se encuentra la familia López, quienes con préstamos bancarios se habían preparado con ventas para comercializar sus productos de la época navideña en San Vicente, el puerto de La Libertad y Cojutepeque.

La pieza que alquilaban era utilizada como vivienda de una pareja que se dedicaba a las ventas informales, cada día se levantaban a tempranas horas de la madrugada para ir al interior del país y comercializar sus productos.

Sin embargo, este pasado lunes todo cambió cuando las llamas derritieron cada uno de los productos que horas antes habían llegado a dejar sus proveedores.

“Nosotros íbamos a salir de madrugada a vender la ropa, zapatos, guacales, vasos, platos cacerolas… todo se quemó, no recuperamos nada”, contó entre lágrimas María Estela López, una de las afectas tras el incendio.

Esta familia perdió más de $3,000 de inversión, dinero que no recuperarán y que aseguran costará pagar a los bancos con los que ellos buscaron una fuente de dinero para invertir en la temporada navideña.

Al ver como sus esfuerzos se desvanecieron en unas cuantas horas, esta familia no se resignaba a lo sucedido y entre los escombros llegaron al lugar en el que estaba su hogar, un espacio que ahora solamente guarda ceniza y los amargos recuerdos de una larga y ardiente noche de noviembre.