• Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Sucesos - En estado de ebriedad

Una juerga entre ocho policías y una mujer inició en un rancho privado y terminó en las bartolinas de Santa Ana

La Unidad Disciplinaria de la Policía evaluará si pueden ser suspendidos días, meses o definitivamente, dependiendo de la gravedad del caso.

Ocho policías detenidos
Foto de algunos policías detenidos el lunes en horas de la noche acusados de conducción peligrosa y portación irresponsable de armas de fuego.
Una juerga entre ocho policías y una mujer inició en un rancho privado y terminó en las bartolinas de Santa Ana

El convivio planificado por ocho elementos de la Policía Nacional Civil (PNC) se convirtió en una descontrolada juerga de la que también era participe una mujer y que inició en un rancho privado pero que terminó con todos sus integrantes en estado de ebriedad en una bartolina de Santa Ana.

Fuentes cercanas al caso señalaron que los agentes destacados en una delegación de Apopa gozaban de licencia y decidieron alquilar un rancho en la zona del lago de Coatepeque en la que por varias horas ingirieron bebidas embriagantes. 

Entre los policías hay un subinspector que también se hizo acompañar de una mujer que al parecer no es policía, ni andaba armada, Tampoco se encontraba en estado de ebriedad al momento de ser detenida.

Durante todo el día, el encuentro se desarrollaba con total normalidad hasta que a eso de las 4:00 de la tarde y con el calor de los tragos varios de los agentes realizaron disparos al aire con las armas de equipo asignadas.

Vecinos del lugar se alertaron por lo sucedido y sin saber que se trataba de agentes de seguridad pública llamaron al puesto de la zona cuyos agentes se desplazaron al rancho a eso de las 6:00 de la tarde.

El tiempo que pasó entre los disparos y la llegada de los policías permitió que el grupo saliera del lugar, no obstante, la evidencia recolectada daba certeza de la denuncia por lo que se procedió con un operativo de búsqueda.

Las capturas

Uno de los siete agentes fue intervenido en su vehículo en una calle polvosa frente al puesto policial de Planes de La Laguna en Santa Ana. Posteriormente, por esta zona pasaron otros cuatro vehículos con sus los involucrados quienes fueron interceptados uno a uno.

Los detenidos no se resistieron al arresto, además, entregaron los vehículos y las armas que portaban para ser trasladados al Instituto de Medicina Legal (IML) de Santa Ana para que les practicaran el examen de alcotest.

"Las armas que portaban fueron remitidas al Laboratorio de Investigación Científico del Delito de la Policía de Santa Ana, para determinar si fueron disparadas", sostuvo el vocero oficial Fausto Carranza Noyola.

Entre los detenidos están:  el subinspector Juan Carlos Rivera, los agentes Willian Ernesto Rivera​; Fredis Alexander Chavarria; César Estanley Osorio Espinoza; Francisco Osorio Pérez; Amilcar Antonio Alfaro; Manuel de Jesús Vasquez; Darwin Ernesto Damián Álvarez.

En un primer momento, se consignó en este medio de que los detenidos protagonizaron un ataque armado en contra de un grupo de personas civiles, lo cual fue desmentido por el vocero de la corporación.

Acusaciones en su contra

Todos los involucrados fueron trasladados hacia las bartolinas del Sistema de Emergencias del 911 de Santa Ana para posteriormente ser puestos a las órdenes de un juzgado de Paz de la zona para proceder con el proceso judicial.

De los ocho detenidos, cinco serán acusados por conducción peligrosa y portación irresponsable de armas de fuego; mientras que los otros tres están por la portación irresponsable de armas de fuego.

Además, deberán  enfrentar un proceso sancionatorio interno ya que "hay un régimen administrativo sancionador el cual se aplica a través del Reglamento de la Ley Disciplinaria Policial", detalló el vocero de la PNC.

La Unidad Disciplinaria de la Policía evaluará de que por haber incurrido en los delitos mencionados anteriormente pueden ser suspendidos días, meses o definitivamente, dependiendo de la gravedad del caso.

Este es el segundo caso que involucra a elementos policiales en una reunión en el que el exceso de bebidas embriagantes lleva a cometer actos delictivos.

El pasado 28 de diciembre en la sede del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP) se realizó una fiesta de fin de año en la que asistieron dos mujeres policías, una de ellas era la agente Carla Ayala, quien fue asesinada a balazos por Juan Josué Castillo Arévalo,quien actualmente es prófugo de la justicia.

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