Un televisor dañado de 27 pulgadas es el punto de discordia entre doshombres de casi 70 años de edad desde hace 3 años. El proceso es ventilado en el juzgado sexto de sentencia de San Salvador.

El caso inició en julio de 2013 cuando Marcelino Hernández, un pequeño comerciante sonsonateco de 65 años, acudió al centro de San Salvador en busca de la reparación del aparato marca RCA de 27 pulgadas que llevaba 6 años en su familia. 

Cargando el pesado televisor, el día 16 de aquél mes, Hernández fue a dar con el taller de Gonzalo Vásquez Carranza, quien hacía reparaciones en el Centro Comercial Santa Fe, y quien se comprometió a reparar el desvencijado aparato en un lapso de 3 días.

Al cumplir el plazo, Hernández acudió al taller con la esperanza de recuperar su tv, sin embargo, este no estaba listo. A partir de ahí comenzó su calvario y “viajadera” para intentar recuperar su televisión que él valora en $350.

Cada vez que llegaba a preguntar por su televisión, con la paciencia de un familiar que va a visitar a un enfermo, el dueño del taller le decía que aún no estaba listo y le ponía diferentes excusas. Luego de un tiempo, Vásquez Carranza se escondía para evitarlo.

Al cabo de 4 meses -al no ver resultados positivos-, Hernández acudió a la policía para denunciar al técnico por haberse quedado con su preciado televisor.

La Fiscalía General de la República (FGR) intentó resolver el caso en la Unidad de Solución Temprana, donde en 2014 las partes acordaron la entrega de un televisor de 25 pulgadas, marca general, en perfectas condiciones y sin garantía.

Dicho acuerdo se haría efectivo el 21 de marzo de aquél año en el Centro Comercial Santa Fe, pero Vásquez Carranza incumplió una vez más su palabra y no acudió al lugar. En su defensa, alegó recordar que la fecha para la entrega era otra; sin embargo, al incumplir el acuerdo el caso fue llevado hasta los tribunales de justicia donde podría ser condenado con hasta 4 años de prisión.

La vista pública ha sido reprogramada para el 20 de enero de 2017.