El director de la Policía Nacional Civil, Howard Cotto, confirmó que luego de una visita a Los Ángeles, donde analizaron el fenómeno de las pandillas, pudieron comparar tanto la experiencia salvadoreña como la estadounidense e identificaron que los pandilleros salvadoreños actúan con un grado mayor de violencia que los de Estados Unidos.

“Uno no puede evitar, al ver la experiencia en otros países, tratar de trasladar esa experiencia propia y vemos que es muy diferente por varias razones. En primer lugar, los niveles de violencia que ejercen estos grupos son mucho mayores acá”, admitió el funcionario a El Salvador TIMES.  

Asimismo, explicó que el nivel de vinculación de las pandillas salvadoreñas con el crimen organizado, narcotráfico, tráfico de armas, entre otros crímenes, es mayor en El Salvador que lo que representa en Estados Unidos, donde los delitos cometidos son de menor gravedad, aunque esto no los exime de involucrarse en actividades eventualmente en situaciones graves.

Por otro lado, en las pandillas estadounidenses hay más flexibilidad para los miembros que desean abandonar la pandilla respecto a las oportunidades que tienen los mareros y pandilleros salvadoreños, donde según los códigos internos, solo se puede salir muerto.

“En Estados Unidos, cuando un pandillero quiere salirse, no tiene mayor problema, al contrario, ellos se convierten en activistas de la prevención, sin que eso les tenga que costar la vida, cosa que aquí es más complicada”, valoró el funcionario.

Previo a deportaciones

Estas declaraciones llaman la atención justo cuando las autoridades de seguridad han admitido estar preocupados tras masivas deportaciones que se puedan generar en el país con las nuevas políticas migratorias del presidente Donald Trump.

De hecho, tanto en la Asamblea Legislativa como desde el Ejecutivo se están pensando en acciones encaminadas a evitar que estos sujetos que ingresen al país tengan una influencia negativa e impacte en la seguridad del país.

Una de las propuestas que ha hecho el Gobierno es crear un registro de los pandilleros deportados que ingresen al país y que estos tengan que estar firmando cada tanto sobre su paradero y actividades realizadas para tenerlos controlados.

No obstante, en la Asamblea Legislativa se discute si sea mucho más contundente capturarlos a su llegada al país, como lo propone el diputado Guillermo Gallegos. En este sentido se han presentado dos propuestas para estas capturas de parte de GANA y del FMLN, sin embargo, la del partido oficial propone crear albergues temporales.

Independientemente de cuál medida se aplique, lo que están buscando estas propuestas es evitar que los pandilleros deportados puedan tecnificar, ampliar el radar de las pandillas salvadoreñas y las refuercen.

Aunque para Cotto las pandillas estadounidenses sean menos violentas que las que existen en el país, el impacto también podría darse en números, se fortalezcan y se creen ejércitos delincuenciales.

Prevención versus represión

Y aunque el jefe policial asegura el fenómeno pandilleril salvadoreño tiene sus propias complicaciones, de esa experiencia con autoridades estadounidenses se pueden rescatar algunos elementos más orientados a la prevención que a la represión, puesto que este es otro eje del combate a la seguridad.

En este sentido, aseguró que de esa visita en la que también participó viceministro de Seguridad, el subsecretario de Gobernabilidad, diputados, alcaldes, representantes de ONG y empresa privada salvadoreña, se demostró que el país aún tiene que aprender mucho sobre los altos niveles de actividad preventiva.

“Aquí a veces se discute mucho que no se debe de invertir en prevención, que lo que hay que hacer es reprimir, cosa que en países como Estados Unidos han demostrado que realmente es una inversión adecuada, que es una inversión correcta, atinada, apostarle a la prevención de la delincuencia”, destacó.

Esto surge en medio de que el presidente de la Asamblea, Guillermo Gallegos, y otros diputados están retomando el tema de armar a la población para conformar autodefensas comunales. De hecho, el mismo Gallegos ha admitido admitió haber financiado de su “propia bolsa" a líderes comunales para que se armen contra maras y pandillas.

Mientras, la ley de prevención, reinserción y rehabilitación de pandillas sigue sin dar mayores avances en el Órgano Legislativo.

Varios funcionarios públicos, representantes del sector privado y de organizaciones no gubernamentales viajaron a Estados Unidos para participar en la Sexta Conferencia de Prevención e Intervención de Pandillas 2017, los días 1 y 2 de mayo.

Esta tenía como fin aprender sobre experiencias de otras ciudades y organizaciones para lograr coordinar el esfuerzo público-privado de prevención y combate a la delincuencia en el país.