Un ingeniero que contrató a tres mareros para que mataran a su amante fue condenado a 20 años de prisión por un tribunal especializado de San Salvador por el delito de Homicidio Agravado Imperfecto o Tentado.

De acuerdo al informe fiscal, Roberto Alvarenga Castillo le pagó $2,000 a tres pandilleros que conoció durante una competición de autos para que mataran a su amante debido a que ésta se negaba a abortar con dos meses de embarazo.

Los hechos ocurrieron el 4 de junio de 2009, sobre la carretera a Santa Ana a la altura del desvío a San Juan Opico, zona en la que la víctima se conducía en un vehículo rumbo a su lugar de trabajo y fue interceptada por los delincuentes.

Luego de asestarle varios disparos los delincuentes huyeron en una motocicleta, sin percatarse de que la embarazada seguía con vida logrando llegar hasta su trabajo, ya que por temor a lo sucedido se negó a ser auxiliada por transeúntes presentes en el lugar donde fue atacada. Por miedo a que entre las personas se encontrara su victimario.

En un primer momento Castillo, quien proporcionó la información y coordinó los tiempos para realizar el atentado, se mostró afectado por el hecho, pero cuando fueron arrestados los pandilleros —un año después del incidente— éstos delataron al ingeniero quien estuvo prófugo durante un tiempo.