El pasado martes dos menores de edad fueron capturados por robar a mano armada en una casa. Uno de los niños tenía ocho años y el otro once. Este hecho conmocionó a muchas personas, entre ellas a los jueces que día a día ventilan casos en los que se involucran tanto menores, como pandilleros adultos.

Este hecho vuelve a resaltar el tema de si se debe o no modificar la Ley Penal Juvenil y entonces juzgar a los menores como adultos, como se hace en otros países como es el caso de Estados Unidos. Sin embargo, pese a que es una realidad, los jueces consultados sostienen que esta no sería una solución integral, pues no ataca el verdadero problema.

Para una de las juezas del Juzgado de Menores de San Salvador, una reforma que contemple bajar la edad de la mayoría penal de los 18 años no es conveniente. “Bajar las penas no es la respuesta. Es preocupante estar pensando en bajar la edad”, dijo la juzgadora.

Para ella el verdadero objetivo estaría orientado en apostarle a la prevención con los niños, sobre todo porque los menores de 12 años en el país son inimputables, eso quiere decir que aunque hayan cometido un delito no pueden ser procesados. Por esa misma razón, las pandillas están utilizando a niños cada vez más pequeños para ocuparlos en crímenes.

Sin embargo, para esta jueza de menores no sería correcto que menores de 12 años sean incluidos en la Ley Penitencia Juvenil, pues a esa edad aunque son capaces de diferenciar entre el bien y el mal, y comprender que están delinquiendo, no pueden entender las consecuencias que sus acciones pueden tener a largo plazo.

Eliminación del delincuente

Para uno de los jueces de sentencia consultados, juzgar a los menores como adultos es una "inoculación del delincuente", es decir, una pena que busca eliminar al delincuente de la sociedad. En esta clasificación entran los castigos como la cadena perpetua, la pena de muerte y la castración química, pues tienen como único fin extraer al delincuente de la sociedad.

"Tenemos que pensar si queremos que menores de edad paguen con penas como los delincuentes de la masacre de Opico que son más de 300 años", ejemplificó el juzgador de la zona paracentral.

Para él, esta no es la solución, porque se estarían "tapando hoyos" secundarios y no el problema real. "Moral y éticamente no es la solución, puede ser práctica, eso sí, pero no es la solución real", reiteró.

Por su parte, otro juez de sentencia pero este de San Salvador recordó que en el caso de los menores hay una serie de tratados internacionales que protegen a los menores y en este sentido no pueden juzgarse a los menores como adultos sino se denuncian los tratados antes.

Agregó que este problema es bastante viejo y no se han podido hacer mayores cambios debido a esos tratados. "Ese tema se viene discutiendo desde hace tiempo. A los menores los están utilizando (los pandilleros) y a ellos no los tocan, aunque forman parte", valoró.

De esta misma opinión es el primer juzgador de sentencia consultado que hoy por hoy las pandillas instrumentalizan a los menores. "Los vuelven verdaderas semillas del mal, hasta lograr deshumanizarlos totalmente", declaró.

Este juez coincide con la de menores en que la única solución es apostarle a la prevención con los niños y fortalecer instituciones como el ISNA y CONNA para buscar la protección de los menores.

¿Responsabilizar a los padres?

Por otro lado, otro de los jueces de sentencia consultados se mostró un poco más abierto a que se baje la edad de la mayoría de edad penal. En este sentido, que ya no sea 18 años, sino 16, para poder castigar a los mayores de 16 años como adultos. Sin embargo, esto pasaría por una reforma integral a la ley.

Sin embargo, aclara solo para algunos casos excepcionales se puede reducir el rango de edad, sobre todo para los delitos relacionados con pandillas o terroristas. Pero no que sea la generalidad.

Asimismo, para el caso de los menores de edad que están delinquiendo consideró que, al menos, podría entrarse a discutir el tema. Aunque reconoció que antes de los 12 años los menores no tienen todo el desarrollo mental que les permita usar toda su conciencia para cometer un crimen.

No obstante, se podría comenzar en estos casos con decretar responsabilidades en los padres, tutores legales o responsables, ya que al ser demasiado pequeños deben estar bajo el cargo de alguien. Aunque no detalló qué clase de responsabilidad.

Sin embargo, la jueza de menores cree que esto no es viable, ya que en muchos casos estos menores quedan en la indefensión o muchas veces al cuido de una abuela o abuelo, que muy poco o nada pueden hacer.

Para el juez de Sentencia de la zona paracentral, lo más importante en estos casos de menores sería combatir el origen. En este sentido se refiere a la pobreza y desintegración familiar que impiden que estos menores se desarrollen en entornos más sanos.