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Sucesos - FEMINICIDA

Ronald, el hombre que en una semana pasó de llamar descontroladamente a Jocelyn a descuartizarla y hacerse pasar por ella

Las autoridades dijeron que el sujeto era un hombre controlador y que sometía a la joven a su voluntad, por eso fue que Jocelyn decidió romper terminar la relación que había iniciado cuando ella tenía 16 años de edad.

Ronald Urbina
Foto de Kriscia Recinos de canal 12
Ronald, el hombre que en una semana pasó de llamar descontroladamente a Jocelyn a descuartizarla y hacerse pasar por ella

Los diez años de relación que Joselyn Abarca le entregó a Ronald Urbina no fueron suficientes. La mujer nunca imaginó que moriría en manos del hombre que insiste en amarla.

Después de cinco años viviendo juntos, Jocelyn estaba decidida a terminar la relación con el hombre de 33 años, a quien dejó de ver como su pareja debido al maltrato y celos enfermizos a los que la sometía.

Fue la noche del sábado 30 de junio cuando Jocelyn comenzó a vivir las últimas horas de su vida, ella salió a departir con sus amistades y Ronald al saberlo le llamaba insistentemente a su celular donde le exigía que se regresara a casa.

Conociendo el carácter de su pareja, la mujer optó por dormir en otra casa por miedo de lo que su compañero podría hacerle. Él estaba furioso al no poder controlar a la mujer que ya le había adelantado que quería separarse.

Al día siguiente, domingo, la mujer regresó a su casa en la que desde que puso un píe dio iniciada una guerra de palabras que tenían como punto central la decisión de Abarca.

Fueron tres días intensos, que allanaron el camino para la muerte de la mujer quien hasta el miércoles 4 de julio mantuvo informada a su madre sobre la situación que vivía en su casa. 

La discusión en la pareja no tenía fin, hasta que Urbina optó por atacar con cuchillos a su pareja, el hombre frustrado por la decisión de Abarca le acestó varias puñaladas con un cuchillo. Las autoridades sospechan que esto ocurrió el miércoles.

Ese mismo día, Ronald tomó el celular de su pareja para que el resto de su familia no sospechara de la situación, llegando al punto de hacerse pasar por su víctima en platicas con amigos y familiares.

Una corazonada de la madre de Jocelyn la llevó a pedirle a su hija un audio para autenticar que era ella con quien conversaba. Ronald llegó a mandarle un audio con sonido ambiente para que su suegra desistiera.

El jueves y con el cadáver de la mujer en la vivienda, el imputado se alistó como todos los días y salió rumbo a su trabajo. Las autoridades apuntan que el hombre llevó consigo el celular de Jocelyn para seguir haciéndose pasar por ella.

En horas del mediodía el hombre regresó a la casa para verificar que todo siguiera como lo dejó en la mañana. Ronald había puesto un candado a la entrada de la casa para evitar que alguien pudiera ingresar a la fuerza y descubrir el asesinato de Abarca.

La liberación del cuerpo

Tratando de no dejar sospechas, Urbina procedió a cortar en varias partes el cuerpo de su pareja, los cuales metió en una cubeta de plástico, otros en un maletín y una bolsa plástica las cuales metió al vehículo de su víctima.

A través de las cámaras de seguridad del sistema 911 se pudo determinar que el presunto asesino se condujo por la colonia Amatepec, pasando por el bulevar del Ejercito y el bulevar Venezuela hasta llegar la 17 avenida sur, en el barrio La Vega.

Era las 2 de la madrugada del viernes 6 de julio, Ronald se estacionó a la par en el puente de la quebrada EL Piro, puso las luces de emergencia del vehículo. A partir de las imágenes de las cámaras de vigilancia se pudo constatar que el hombre se bajó y se dirigió hacia la parte trasera del carro y lanzó las partes de Jocelyn hacia el fondo del río.

Minutos después, el sujeto se movió con el vehículo hacia una gasolinera sobre la 49 avenida, donde compró una bebida. Las personas que lo atendieron dijeron en su testimonio que notaron su nerviosismo sobre todo por que botó varias veces las monedas con las que intentaba pagar.

Luego de eso el hombre regresó a su casa cuando el reloj marcaba las 3:52 de la madrugada del viernes, ese mismo día las autoridades localizaron el cuerpo mutilado en el río Acelhuate.

El plan del hombre seguía en marcha, para no levantar sospechas interpuso una denuncia por la desaparición de su pareja a quien dijo haber visto por última vez cuando tomó el Uber que la debía llevar rumbo a su trabajo. De esta manera el imputado intentó justificar que él andaba el carro propiedad de Abarca. 

Tras interponer la denuncia, Urbina se quedó escondido frente a la Fiscalía para vigilar a los amigos y familiares de Abarca que se presentaban por el caso. Ahí pasó cuatro horas esperando y observando, según las autoridades.

Para el sábado, una familiar de Abarca reconoció las partes del cuerpo de la víctima y señaló a Urbina como el principal sospechoso, por lo que las autoridades con mentiras lo llevaron a Medicina Legal para proceder con su detención.

Urbina fue detenido por un delito que no estaba relacionado al hecho y por el que las autoridades se aseguraban tenerlo bajo control por 72 horas, tiempo que tardó Fiscalía en armar el caso y presentarlo como uno de los más sanguinarios asesinos de los últimos días.

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