• Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:00

Sucesos - Condena de tres años

Mandan a prisión a policía que cobraba hasta $85 por introducir droga y celulares a bartolinas de San Marcos

El agente cobraba hasta $10 cada vez que alquilaba el cargador del teléfono a unos pandilleros presos.

policia custodia
Foto referencia
Mandan a prisión a policía que cobraba hasta $85 por introducir droga y celulares a bartolinas de San Marcos


Un policía tenía acuerdos con unos pandilleros a los que resguardaba en las bartolinas del puesto policial El Cenizal, de San Marcos; los abastecía de drogas, celulares a cambio de dinero. El imputado fue condenado a tres años de prisión por el delito de cohecho propio. 

La investigación fiscal logró determinar que el agente policial Mario José Piche de León aceptó sobornos, dádivas o beneficios a cambio de introducir objetos indebidos a las bartolinas que debía cuidar.

El agente quien se hacía llamar Daniel, en una ocasión se acercó al detenido José (nombre cambiado) y le preguntó si quería fumar. 

José le preguntó si eso no estaba prohibido, pero el agente le dijo que él podía autorizarlo y compartió con él un cigarro. 

Cuando se terminó la última bocanada le dijo: “Si querés más, para la próxima me tenés que pagar”.

Y así fue. El primer pedido que le hizo José fueron unas porciones de mariguana, por la que le pagó $6 y posteriormente le pagaron $15 por la segunda entrega. El contacto afuera era la compañera de vida de un pandillero, quien le daba las cosas al agente y este hacía la entrega a José.

Con el tiempo logró introducir un celular y para cargarlo, le alquilaba su cargador de uso personal por $10 por cada carga. En total le pagó $40 por cuatro veces. Pero luego, el mismo agente pudo introducirle un cargador, baterías y hasta audífonos.

Los sujetos en la bartolina pasaban las noches hablando por teléfono y cada vez que hacían requisas escondían los objetos en el agujero de la conexión eléctrica en la pared. Y con esto podían mantener los ilícitos con ellos.

Sin embargo, cuando comenzaron a identificar las irregularidades el agente Mario le dijo a la compañera de vida del pandillero que ya no podía continuar. “La cosa se ha puesto caliente aquí”, le dijo. Pero es entonces que José termina delatándolo.

Se convirtió en el principal testigo del caso y quien finalmente terminó reconociéndolo en una rueda de personas como el agente que se hacía llamar Daniel y que le introducía objetos a la bartolina a cambio de dinero.

Finalmente, el policía fue encontrado culpable del delito de cohecho y se le dio una pena de tres años de prisión, sin ningún beneficio. Por el delito de tráfico de objetos prohibidos en centros penitenciarios de detención o reeducación fue absuelto.

Comentarios