El pasado 8 de septiembre, más de cien personas fueron detenidas en Santa Ana en la Operación Tecana. Desde ese viernes, los imputados visten de blanco, desde los zapatos hasta la camisa. 

Cinco días después de su captura, el color de sus ropas cambió a café y se han impregnado del tufo del encierro hacinado; el calor, sudor y quien sabe que más.
Este martes, ese olor inundó la sala de audiencias. El mal olor golpeó a los presentes, tan fuerte que más de alguno no pudo evitar mostrar su malestar.

El lunes anterior, un primer grupo de 75 sujetos acusados por los delitos de lavado de dinero, cohecho, conspiración y organizaciones terroristas fueron trasladados hacia el Centro Judicial Isidro Menéndez para presentarlos ante el Juzgado Especializado de Instrucción “A” de San Salvador.

Ojos curiosos observando a periodistas y abogados que entraban a la Sala 5-A. El martes, los 75 regresaron a la sala donde escucharon el desarrollo de su audiencia. Otro grupo de 27 también fueron presentados pero en otra sala, la del Juzgado Especializado de Instrucción “B”. 

Luego de cinco días detenidos, los reos ya huelen a prisión. La mayoría de los 102 imputados esparcen un olor fétido. Un hedor imponente, penetrante e intenso, tan potente que gente del quinto piso lo percibió.

Mientras tanto, y debido a la gravedad de los delitos que les imputan, faltarán varios días en prisión para sentirse limpios o para que el ropaje pase por agua y el jabón.

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— ElSalvadorTIMES (@DiarioTIMES) 13 de septiembre de 2017