La Cámara Tercera de lo Penal de la Primera Sección del Centro ordenó anular parcialmente el fallo de la audiencia de vista pública en la que se condenó a Jorge Ulloa Sibrián, mejor conocido como “El Repollo”, y a varios miembros de su estructura ligada al narcotráfico, pero en el que fueron absueltas cinco personas.

La condena que emitió el Tribunal Primero de Sentencia de San Salvador se mantiene en firme para Ulloa Sibrián y los ocho miembros de la estructura que fueron condenados. Sin embargo, las cinco personas que fueron absueltas en la vista pública y que gozan de libertad deberán volver a pisar los tribunales para enfrentar un nuevo juicio.

Según la Fiscalía General de la República (FGR), estas cinco personas serían parte de la estructura, liderada por “El Repollo” que se dedicaba a traficar cocaína y dinero en toda Centroamérica. Para tal fin, cada una de estas personas habría contribuido para que se cometieran estos ilícitos con conocimiento de causa.

Por esa razón, aunque fueron absueltos por el delito de actos preparatorios, proposición, conspiración y asociaciones ilícitas, la Cámara consideró que existen méritos para ordenar que se repita el juicio.

La resolución deja abierta la posibilidad de que el caso sea llevado al tribunal Segundo o al Quinto de Sentencia de San Salvador, pues los demás ya han conocido el caso, por lo que estarían impedidos para ejecutarlo una vez más.

Los que volverán a los tribunales

Uno de los imputados que deberá volver a enfrentar juicio es Orlando de Jesús Argueta Aguilar, el carpintero personal de "El Repollo". Según, la resolución de la Cámara, la Fiscalía alegó que los testigos que fueron escuchados en el juicio, incluida la hija de Ulloa, señalaron que fue él quien fabricó los pisos de madera en los pick up, donde ocultaban la droga y el dinero y que además conocía los ilícitos que se cometían.

Para el caso de Guillermo Arnoldo Paz, la FGR señala que era quien elaboraba las caletas de fibra de vidrio en las lanchas en las que trasladaban cocaína de Costa Rica a El Salvador entre los años 2009 y 2010.

Por otro lado, José Gilberto Hernández era uno de los “caleros”, pues también se dedicaba a armar escondites en lanchas o los compartimientos ocultos en los tanques de gasolina de los vehículos. El imputado es soldador y hacía estructuras metálicas en las construcciones propiedad de Ulloa, así como una serie de compartimientos en sus casas.

También volverá a enfrentar juicio el policía Rubilio Viana Osorio. La FGR lo señala como el encargado de brindar información policía a “El Repollo” a cambio dinero. Es más, aseguran que los testigos dejaron en evidencia que este agente recibió la denuncia de Edildo Alfredo Martínez en la delegación de Santa Tecla en contra de la estructura, sin embargo, este después apareció muerto.

Por último se involucra  a Carmen Guillermina del Socorro Hernández de Morán, esposa de Jorge Morán, 40 años, quien fue condenado a 40 años de cárcel en el mismo caso.

Según la FGR, la mujer hacía las mismas funciones que su esposo de llevar adherido dinero al cuerpo y construir caletas en el vehículo bajo instrucciones de Ulloa. Además simulaba viajes de placer con su esposo en los que traficaban la droga y el dinero, por esa razón se le agrega a ella el delito de tráfico ilícito internacional.

Ulloa Sibrián, "El Repollo", fue condenado a 77 años por ser el líder de una estructura que se dedicaba al tráfico de narcóticos y traslado de dinero en efectivo en toda Centroamérica.  Unas 10 toneladas de cocaína fueron enviadas desde Panamá a Guatemala y luego hacia los Estados Unidos en esta estructura.

Posteriormente, la Cámara Primera de lo Penal de San Salvador le redujo la pena a 32 años.