• Diario Digital | jueves, 18 de abril de 2024
  • Actualizado 15:43

Sucesos - Migrantes hacia Estados Unidos

Estos son cinco rostros de migrantes salvadoreños que van arriesgando su vida en la caravana hacia Estados Unidos

Más de 1,200 personas salieron en una masiva caravana hacia Estados Unidos en busca del llamado "sueño americano", cada uno de ellos cuenta una historia y una realidad complicada en sus comunidades que los ha hecho tomar la decisión de abandonarlo todo y partir. 

Migrantes en CIFCO
Caravana de migrantes salvadoreños con rumbo hacia Estados Unidos.
Estos son cinco rostros de migrantes salvadoreños que van arriesgando su vida en la caravana hacia Estados Unidos

El miércoles 31 de octubre salieron más de 1,200 migrantes salvadoreños en tres grupos desde El Salvador del Mundo hacia Estados Unidos, unos lo hicieron a pie, otros en buses, otros en pick up, otros como pudieron con tal de buscar el llamado "sueño americano", en búsqueda de mayores oportunidades que creen que podrán encontrar.

Uno de los grupos salió a las 5:00 de la mañana, el segundo alrededor de las 8:30, mientras que la tercera partió casi tres horas después, pero las personas se trasladaron en buses de la ruta 11 y 79. Todos con el objetivo que sus migrantes llegaran a la frontera La Hachadura en Ahuachapán e iniciar así un viaje de más de 3,000 kilómetros hacia la frontera del país norteamericano. 

Cada uno de esos salvadoreños que decidieron tomar unas cuantas cosas en una mochila, dejar su hogar y a sus seres queridos para emprender un viaje con cientos de peligros sin la promesa certera de llegar tiene una historia que contar. 

Estos son cinco rostros de algunos de estos migrantes salvadoreños que arriesgarán su vida hacia Estados Unidos:

Juan, el hombre que se salvó de morir a mano de pandilleros y decidió migrar junto a la caravana

Joven golpeado por pandillasDurante muchos años trabajó con su pick up haciendo viajes a las personas que se lo solicitaban, nunca había tenido un incidente que lamentar, hasta que un día viajó a Santa Ana y cambió totalmente su forma de pensar.

“Fui a dejar a una familia y cuando salí del lugar me agarraron unos pandilleros, pidiéndome lo que andaba”, recordó Juan, nombre cambiado por seguridad.

En ese momento, les dio los únicos $10 que acaba de ganar y al no estar conformes decidieron bajarlo del auto a punta de escopeta y no teniendo opción accedió a la petición de los pandilleros. 

“Me apuntaron a la cabeza, yo vi mi vida pasar, pensé que me iba a morir”, recordó la amarga experiencia.

A pesar de estar temeroso de lo que podría ocurrir, decidió enfrentarlos, cuando de pronto una patrulla que pasaba por el lugar se percató de lo que estaba sucediendo, por lo que acudieron a ayudar al hombre.

La presencia de las autoridades, hizo que los delincuentes huyeran del lugar, por lo que el hombre que hoy partió hacia Estados Unidos se salvó “gracias a un milagro”.

Ahora, busca un nuevo milagro, una nueva esperanza tiene frente a sus ojos ahora que busca llegar hacia Estados Unidos por mejores oportunidades. 

Alejandra: "Pasé llorando media hora y abrazando a mis hijos antes de salir"

Madre soltera de 33 añosAlejandra nunca olvidará este 31 de octubre, pues para ella ha sido un día negro. Jamás se borrará de su mente el recuerdo de ese último abrazo que le dio a sus hijos, de esa media hora que pasó llorando abrazándolos antes de partir hacia Estados Unidos, con cientos de salvadoreños en una travesía llena de peligros a buscar oportunidades en un país que por demás le ha cerrado las puertas y con solo $25 en la bolsa. 

"Por los hijos que tenemos es que hay que echarle ganas y agarrar el valor que sale de los más profundo de nuestro ser. En El Salvador, no está para darles de comer, no hay empleo y tanta delincuencia que hay que uno tiene miedo", sostuvo Alejandra.

Sus dos hijos, una niña de seis años y un niños de tres, son el motor que la ha motivado a buscar un futuro mejor, el cual según ella, al radicarse en Estados Unidos mandaría a traer a sus vástagos. 

Dijo que en El Salvador la situación está muy difícil, ya que desde hace cinco años no ha podido conseguir un trabajo que le permita sacar adelante a sus hijos. Detalló que ha trabajado en varios almacenes, pero cree que su edad le baja el nivel para conseguir empleo.

Además, asegura que estudió un ciclo de la carrera de licenciatura en Comunicaciones en una universidad, pero eso poco le ha ayudado para obtener un empleo; incluso fue a dejar un curriculum a un supermercado pero le manifestaron que sólo necesitaban jóvenes recién graduados de bachillerato.

Ella, como otros salvadoreños que van de migrantes en la caravana, hacen un llamado a los gobernantes para que se sienten a buscar soluciones y generar oportunidades de empleo para todos y así aspirar a una vida mejor.

Alex, el campesino joven que ganaba $5 diarios trabajando la tierra en La Libertad

Migrantes en El Salvador del MundoAlex a penas tiene 20 años de edad y decidió emigrar junto a cientos de salvadoreños hacia Estados Unidos. Con firme decisión, partió a buscar "el sueño americano", pues sostiene que los $5 que gana diariamente no son insuficientes para cubrir sus gastos y la de su familia.

Aunque no está casado y no tiene hijos, considera que el campo donde siembran la cosecha es como si fuera su compañera de vida porque sólo en ese lugar ocupa todo su tiempo y dedicación. "Es que trabajar la tierra es matado", dijo el joven. 

Asegura que ser joven en este país es difícil porque la delincuencia y la pocas oportunidades terminan ahogando sus sueños, por eso dice ya no cree que en ningún gobernante. 

"En El Salvador ningún presidente va a llegar a gobernar como persona honrada, todo el que cae en el poder va a robar; además ser joven en este país significan problemas por las pandillas", lamentó.

Actualmente vive con su madre y su hermanos, ya que su padre los abandonó desde muy pequeños, por lo que decidió emigrar en la caravana. Sin embargo, eso no le impide soñar alto, pues asegura que entre sus sueños está lograr estudiar Ingeniería en Computación en este país.

"No tengo temor porque voy con Dios y en manos de él estoy. Si yo me radicara en Estados Unidos y si Dios lo permite, lo primero que haría será comprarle un ranchito a mi madre y luego ayudar a mis hermanos", expresó.

Ricardo, el mecánico que a sus 57 años probará por sexta vez cruzar la frontera

Por sexta vez cruzará fronteraA sus 57 años, Ricardo es un mecánico de talleres que vive en Cabañas y esta es la sexta vez que intentará cruzar la frontera hacia Estados Unidos en la caravana de migrantes, ya que las anteriores cinco fue deportado.

Es casado y con tres hijos y asegura que ellos son su motor para seguirlo intentando. 

Relata que la última vez que lo deportaron, ya estaba en territorio estadounidense, específicamente en el Estado de Texas, pero lo detectaron y lo mantuvieron tres meses preso y luego lo enviaron a El Salvador.

Cuenta que en El Salvador sufre discriminación en el trabajo por la edad, aunado a eso, el acoso de las pandillas cuyos integrantes amenazan a las personas. Por eso no pierde la esperanza que esta vez si pueda lograrlo.

Considera que emigrar en caravanas es bueno ya que se tiene la ventaja de tener el apoyo de los demás integrantes y si el grupo va sin causar desórdenes, hasta las autoridades los protegen. Al menos, eso le da un poco de seguridad. 

"Los riesgos que hay en el camino, ya sea que uno se vaya con coyote o en caravana, son los mismos. Te exponés a violaciones tanto en mujeres como hombres, así como que te puedan comer los animales en el desierto y como el recorrido es largo te enfrentás a quedarte sin agua y soportar hambre y allí es lo triste", asegura Ricardo.

Los López, la familia que sobrevive con $50 mensuales lucha por llegar a Estados Unidos

Familia sobrevive con $50Desde Usulután viajó una madre, un padre y dos pequeñas niñas que buscan cumplir el sueño americano, pues se vieron en la necesidad de migrar por la falta de oportunidades de empleo en el país.

Con solo $50 esta familia debía sobrevivir y solventar los gastos de agua, luz, alimentación y el pago de una pequeña pieza que alquilaban, pues no contaban con los recursos económicos para poder adquirir una vivienda.

Estela, nombre cambiado por seguridad, se enteró por medio de redes sociales que una caravana de salvadoreños se aventuraría a migrar en busca de una mejor vida. En ese momento, ella junto a su pareja prestaron el dinero para solicitar el pasaporte de sus hijas y que no se les dificultara el paso.

“Nosotros vemos las noticias en el celular y como no nos alcanza lo poco que ganamos decidimos unirnos y que sea lo que Dios quiera”, aseguró Estela, quien deja atrás a mucha familia que aunque no comparten su decisión la respetan.

Ella laboraba como tortillera de un mercado en Usulután, mientras que su esposo era cobrador de buses; trabajo que no siempre tenía, ya que en el lugar en el que viven no hay mucho transporte colectivo, por lo que la demanda no es muy fuerte.

Ahora, esta familia está consciente que este es un largo recorrido y que se enfrentarán a muchas dificultades, pese a eso sus esperanzas de cruzar la frontera se mantienen firmes y esperan culminar su recorrido éxitosamente.

Comentarios