Según la versión de Fredy Oswaldo Campos, un lunes tuvo un día de suerte al encontrarse tirados por el piso del mercado Sagrado Corazón, en esta capital, $80 distribuidos en 6 billetes de $10 y uno de $20.

De inmediato pensó que la vida le había sonreído, por lo que guardó el dinero en sus bolsillos y al regresar a su casa, en Mejicanos, pasó haciendo unas compras en la tienda de la colonia.

Pero el tendero cayó en la cuenta que el billete con el que el hombre había pagado parecía “algo raro” por su textura y color, por lo que decidió poner la denuncia pues se sintió estafado.

Los hechos sucedieron el pasado 16 de mayo, cuando aquél “día de suerte” se convirtió una pesadilla. Al recibir la denuncia, la PNC fue en busca del sospechoso al que capturó frente al punto de taxis de la colonia Las Colinas, aún con el resto del dinero en las bolsas del pantalón.

"Me los encontré", juró en su confesión en un juicio abreviado en el Juzgado Tercero de Sentencia de San Salvador. La defensa pidió al juez que lo absolviera del delito de falsificación, tenencia o alteración de moneda, a cambio de aceptar los hechos, acuerdo al que accedió, recibiendo la condena mínima.

"Él tenía el dinero pero desconocía su falsedad", señaló su abogada antes de pedir al juez que su cliente quedara en libertad.

Campos al final volvió a tener suerte, pues el juez lo condenó a solo 48 jornadas de utilidad pública, y seguirá con su vida normal reparando teléfonos celulares.

Si hubiera sido hallado culpable pudo haber recibido una pena de hasta 10 años.