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Internacionales - la bulliciosa Cuba ha quedado silenciada

Cuba lamenta su orfandad sin Fidel

Fidel ya no mandaba en la Isla, no al menos directamente, pero su tácita presencia recorría de extremo a extremo toda Cuba. El 70% de los cubanos nacieron bajo su era, durante la que impuso un régimen de inspiración comunista que universalizó la salud y la educación gratuitas, pero que también castigó cualquier disidencia.

Students light candles in honour of Cuban historic revolutionary leader Fidel Castro a day after his death, at the Havana University in Havana on November 26, 2016. 
Cuban revolutionary icon Fidel Castro died late Friday in Havana, his brother, President Raul Castro, announced on national television. Castro's ashes will be buried in the historic southeastern city of Santiago on December 4 after a four-day procession through the country. / AFP PHOTO / Yamil LAGE
Estudiantes encienden velas en honor del líder revolucionario histórico cubano Fidel Castro, en la Universidad de La Habana, el 26 de noviembre de 2016. / AFP PHOTO / Yamil LAGE
Cuba lamenta su orfandad sin Fidel

Cuba era Fidel Castro. Poco antes de la medianoche del viernes, la noticia de su muerte vació fiestas y vías, apagó sonrisas y paralizó a la isla que este sábado comenzó a vivir un duelo de nueve días.

"La muerte de Fidel fue un golpe muy duro para los cubanos, porque aquí muchos lo veían como un padre", declaró a la AFP Fermín Contrera, de 42 años, que recorría este sábado las calles de La Habana Vieja en su bicicleta taxi.

El presidente cubano Raúl Castro, hermano menor de Fidel, anunció sorpresivamente el deceso por televisión, cuando muchos bailaban, bebían, flirteaban, compartían en el muro del Malecón, a orillas del mar, o simplemente dormían.

"Con profundo dolor comparezco para informarle a nuestro pueblo y a los amigos de América y del mundo que hoy, 25 de noviembre, a las 10H29 horas de la noche falleció el Comandante en Jefe de la Revolución cubana Fidel Castro", dijo Raúl con voz templada.

Por muchos años la noticia falsa de la muerte de Fidel Castro puso los pelos de punta dentro y fuera de Cuba. Esta vez no fue ni siquiera un rumor: Fidel murió bajo absoluta reserva, probablemente en su casa de La Habana, el mismo año de su nonagésimo aniversario.

Hasta el anochecer de este sábado se desconocían públicamente las causas del deceso, apenas la voluntad del líder de ser cremado. Sus cenizas recorrerán casi toda la isla en una caravana que se extenderá por cuatro días y concluirá con la inhumación el 4 de diciembre en la ciudad de Santiago de Cuba (960 km al este de La Habana).

"Santiago está triste y callada", dijo por teléfono a la AFP la anciana Inés María Fariana, de 95 años, subrayando que los santiagueros se sienten "honrados de que los restos del comandante en jefe descansen en esta ciudad", considerada la cuna de su Revolución.

En homenaje, Cuba guardará nueve días de duelo, decretado por el Consejo de Estado, desde este sábado al 4 de diciembre, en los que se suspendieron la venta de bebida alcohólica y los espectáculos públicos, como el esperado concierto del tenor español Plácido Domingo.

- Atípica quietud -

De a poco, se hizo el silencio en la isla de la rumba y la bulla permanente. Los medios cubanos, que por iniciativa de Fidel pasaron, todos, a manos del Estado en los años sesenta, tardaron en replicar la noticia, pareciendo estar en shock, pero hacía el mediodía colmaron sus páginas digitales con artículos sobre Fidel. 

En la escalinata de la Universidad de La Habana, decenas de estudiantes se reunieron en una atmósfera de recogimiento, con carteles en los que se leía "Gracias por todo, Fidel!".

Marco Antonio Díaz, un lavador de autos de 20 años, estaba en una fiesta cuando, de repente, se detuvo la música. "Fidel murió", oyó decir. La fiesta terminó abruptamente. "Regresé a casa y desperté a todo el mundo: Murió Fidel. Mi mamá quedó pasmada", contó a la AFP.

Irreductible adversario de Estados Unidos, tan amado como resistido, Fidel Castro delegó el poder a su hermano hace una década debido a una enfermedad intestinal que casi le cuesta la vida.  

Fidel ya no mandaba, no al menos directamente, pero su tácita presencia recorría de extremo a extremo esta isla de 11,2 millones de habitantes, 70% de los cuales nacieron bajo su era, durante la que impuso un régimen de inspiración comunista que universalizó la salud y la educación gratuitas, pero que también castigó cualquier disidencia.

"Fidel fue ese amigo que en el momento difícil estuvo junto a mi familia, junto a mi padre, (e) hizo posible que yo volviera" a Cuba, declaró a la televisión cubana Elián González ("balserito"), centro hace 16 años en el centro de una espectacular escalada de tensiones entre Cuba y Estados Unidos por su custodia.

Durante su larga convalecencia Fidel Castro publicó artículos sobre el cambio climático, el riesgo nuclear o aparecía en fotos junto a personalidades mundiales que iban a visitarlo a su casa de retiro. 

El 13 de agosto, cuando cumplió 90 años, apareció en un teatro en uno de los múltiples homenajes que recibió. Fue la última vez que se le vio en actividad.

En abril, en la clausura del Congreso del PCC, dejó un mensaje a modo de testamento: "Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno".

A Blanca Cabrera, un ama de casa de 56 años, la noticia la tomó por sorpresa. Apenas se repuso del impacto, salió al jardín de su casa a fumarse un cigarrillo. Todavía visiblemente nerviosa expresaba su pena.

"A uno le cuesta creer que Fidel se haya ido, pero tuvimos la dicha de que nos acompañara por muchos años. Eso alivia el dolor", dijo.

Para muchos cubanos, Fidel fue hasta el último momento un padre previsor.

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