El alcalde de San Marcos, Fidel Fuentes, es una de las voces más críticas que han surgido luego de la debacle del FMLN en las elecciones del 4 de marzo pidiendo cambios verdaderos en la dirección del partido.

Alcalde desde el 2000, Fuentes es una voz autorizada que quiere hacer ver a la dirigencia que se deben rodar cabezas, ya que hay miembros de la dirección que se han aferrado al cargo.

El edil apela a militantes, intelectuales y desmovilizados dentro y fuera del partido que pueden hacer cambiar las cosas de cara a las presidenciales de 2019, comicios a los que consideró se debe ir en alianza para no caer a un paso de la muerte política.

¿Qué lectura le da a los resultados obtenidos el pasado 4 de marzo?

En la campaña, el discurso de la gente era claro. El voto en algunos casos iba a ser para el alcalde del FMLN, pero no para sus diputados, e incluso algunos fueron más allá diciendo que en las presidenciales tampoco votarán por el partido. Más allá de las encuestas, que también daban una gran desventaja, en la gente se podía ver la franqueza en su lenguaje corporal.

Muchos están haciendo matemáticas y dicen que nuestra gente no ha salido a votar, pero ¿quién dice que esa gente va a votar por nosotros en 2019? No somos dueños de ellos. La gente vota de acuerdo a conveniencia y esperanza y en ese marco nosotros nos ganamos esa confianza en 2009 y 2014, pero también hemos venido recibiendo reveces legislativos y este es muy drástico.

En este sentido, quienes han cometido errores deben rectificar y si eso conlleva a ahuecar, hay que dar paso a compañeros inteligentes.

¿Quiénes son los responsables de la derrota del 4 de marzo?

Tenemos que cambiar el rumbo porque a la derecha le conviene que en la dirección del partido esté Lorena Peña, Blandino Nerio, Norma Guevara, gente que no da espacio a la apertura y no generan cambios. Se aferran a los cargos y se han vuelto los paladines ideológicos del FMLN.

Deberían ser humildes y poner a disposición su cargo para que luego de una profunda evaluación se decida quienes siguen en la dirección del partido y quienes no, pero eso no significa que los vamos a excluir del partido por una manzana.

La dirigencia ha dicho que no se va a ir. ¿Qué otro camino hay para cambiar a las autoridades del Frente?

Somos un partido de lucha, a la dirigencia del partido le vamos a dar batalla porque se les ha olvidado que nuestra militancia es crítica, que no se ha constituido en dos procesos internos en los que han puesto en cargos públicos a su clientela.

A ellos se les ha olvidado que el FMLN tiene una militancia histórica, muchos de ellos están fuera del partido, muchos de ellos son desmovilizados e intelectuales, se les ha olvidado que hay militando hombres y mujeres responsables con este proceso revolucionario. Y nos ha tocado decir si a todas sus decisiones por una situación de imposición que se ha venido gestando por hace ya años y que el único ofrecimiento que hacen algunos es la expulsión.

Probablemente, la discusión va a seguir, pero que tenga claro todo mundo que no es en una reunión ni dándole cinco minutos al que quieren que hable lo que va a dejar esto terminado. Eso es un error y una equivocación.

¿Cuánto tiempo puede llevar esta reflexión?, tomando en cuenta que ARENA ya está en campaña.

Esto empieza, el FMLN debe revisar si nos alcanza el tiempo y si la reestructuración nos da el rumbo para gobernar en 2019. Debe importar el rumbo del partido porque si nos presentamos en elecciones con un remedo de candidato y remedo de partido las encuestas dicen que vamos a ser la tercera fuerza política.

Si emerge una fuerza que capitalice el descontento del FMLN, nosotros en 2021 estaríamos a un paso de muerte. Eso no se puede permitir, pero es a lo que nos está llevando posiciones como la de Lorena Peña, Eduardo Linares, personajes a quienes estamos dispuestos a darles batalla, no importan las consecuencias.

De darse una salida de la actual dirigencia, ¿quiénes podrían asumir la dirección del partido?

Ese es el resultado que debe darse tras una profunda discusión. Aquí no podemos venir a sacar gente para poner a otra. La autocrítica colectiva revolucionaria es la que nos va a llevar a una decisión. No puede ser un dedazo, ni hacer leña del árbol caído.

El FMLN no es un equipo de fútbol que luego de la derrota se va a quitar al técnico, somos un partido que debe hacer un proceso de renovación y no llamar a una asamblea extraordinaria en la que ya se tiene preparado un discurso.

¿Se podría pensar entonces en que el FMLN no participe en las presidenciales?

No, vamos a ir a elecciones ya sea si se mantiene y prevalece el candidato o se toma la decisión estratégica de ir en alianza, quienes vamos a decidir somos el FMLN y para eso es que ha iniciado un debate, pero que no debe tener las reglas establecidas por los compañeros el fin de semana.

Lo que estamos haciendo ahorita no es un debate, es un remedo de catarsis para salir con vida y eso lo vamos a combatir y probablemente nos dilate en el tiempo porque no es como Medardo (González) que dice que hay que visitar a la gente.

Pero el compañero Medardo no sale a la calle, él está en una posición muy cómoda escuchando lo que Lorena Peña le dice, pero no escucha lo que la gente le dice que ha encontrado en la calle y que nos dice que no van a votar por diputados y presidente.

Pensando en las elecciones presidenciales, ¿se puede revertir el actual escenario a favor del FMLN?

En eso tenemos que trabajar. Se han cometido errores graves desde la conducción del partido, en cuanto al gobierno central y creo que hay otros factores internos del partido, individualmente en cada municipio.

No podemos culpar al adversario, o a la campaña mediática que se tiene porque los ataques han estado siempre, pero hemos salido victoriosos en anteriores procesos como en 2009 cuando se tuvo una campaña fuerte, pero que surgimos ganadores, al igual que en 2014.

La situación se reviste de esa manera, los desaciertos que se han tenido desde el gobierno central han derivado en ese castigo que muchos aún no terminamos de descifrar y que otros buscan evadir para rectificar.

¿Qué hay que hacer para cambiar estos resultados?

Se tiene que rectificar y dar un viraje a nivel de conducción y el rumbo ideológico como partido y crear una amplia alianza para salir de esto, porque solos como FMLN no podemos revertir el camino que se lleva.

¿La alianza que puede sacar al FMLN de esta crisis es con Nayib Bukele y sus Nuevas Ideas?

Definitivamente que sí, sino lo hacemos, si en este momento no aceptamos que nos equivocamos y continuamos con la soberbia que ha caracterizado el hecho bochornoso de la expulsión de Nayib Bukele, y así enviamos un mensaje que tenemos capacidad de readecuarnos. Si no hacemos eso, nos espera la derrota, por eso necesitamos gente inteligente y audaz, no los mismos que cometieron esos errores.

¿Bukele aceptaría regresar al partido o una alianza con esta dirigencia?

Lo veo muy difícil, pero tampoco es cuestión de cambiar una dirigencia para que vaya a hablar con Nayib Bukele. No se trata de eso. Pero en el partido hay responsables de esa mala relación con Bukele y que ahora quieren empujar por un candidato que obedece a sus intereses y eso es lo que no debemos de permitir.

Este no es un problema entre las organizaciones que conforman el FMLN, como Lorena Peña lo quiere hacer creer para darle un matiz a la situación.

¿Quién debe ser la carta presidencial del FMLN?

Yo le he dicho a Óscar Ortiz y, aunque no tengo relación con Gerson Martínez, también le puedo decir, a los dos, que se hagan a un lado de este proceso en estos momentos, que no se presten a las primarias ni que se dejen representar por la dirección, en el caso de Gerson Martínez.

No es eso lo que necesitamos en ese momento, ahorita debemos pensar en por qué perdimos y cómo haremos para ganar. Acelerar el proceso de primarias no significa que ganaremos ni resolveremos el problema de la derrota porque ambos candidatos no están a la altura.

¿Pero entonces como queda el partido?

Esa es la discusión que debemos hacer, ninguno de nosotros tiene varita mágica para resolver el problema, es una decisión colectiva. Si colectivamente decidimos ir al matadero vamos, si colectivamente decidimos cómo salvarnos en 2019, vámonos.

Esto no se trata que Lorena Peña o Ramiro Vásquez va a venir con la varita, o que Óscar Ortiz va a venir con la receta o que Medardo vendrá con la bola de cristal. Esto es una situación que debe tener una discusión real y no tener aduladores

¿Qué sigue en el partido, teniendo en cuenta que solo han tenido cinco minutos para expresarse?

Hasta el pasado domingo, Miguel Sánz pidió convocar al Consejo Nacional del partido, es decir que a ocho días de las elecciones no se tiene a la máxima autoridad del partido para el momento de crisis que vivimos.

Pero ese no debe ser el único debate, la militancia está exigiendo ser escuchada, la gente quiere hablar, quiere decir y acusar. Quienes estamos en cargos de dirección debemos de estar abiertos a las críticas.

¿El Consejo Nacional no fue convocado?

Solo se dio la petición a Medardo González para que se reúna el Consejo, ocho días es mucho tiempo y ya se tendría que estar estudiando métodos para la evaluación, no se han  definido la forma para tratar este tema. Lo que se ha hecho hasta el momento no va acorde al momento que vive el partido.

El presidente de la República ha anunciado cambios en el Gabinete y parece que estos se harán en instituciones que no son dirigidas por cuadros del partido.

Yo removiera a todos los funcionarios que no son del partido. Salvador Sánchez Cerén va a decidir y no sé si él va a escuchar a la dirección del partido o escuchará a otras instancias más allá del ellos.

En diferentes ocasiones, he dicho que se tiene que cambiar al presidente de ANDA, al ministro de Hacienda que con el Fodes es alguien dañino. Al señor Tharsis (Salomón), con sus políticas de subsidio, también sugerí cambiar a ese señor que ha hecho cosas sin el aval del pueblo. Además, hay compañeros del partido que no tienen un desempeño adecuado en sus funciones.

Sánchez Cerén ha tenido el gabinete perpetuo y nosotros nos hemos parapetado con las alianzas que han dado malos resultados y también hay gente del FMLN que debe evaluarse y que es saludable removerlos para oxigenar y para enviar un mensaje de cambio. Tampoco es de creer que esos cambios serán para revertir el daño que han hecho, algunos desde hace ocho años. Hay muchos desafíos.

Si no se pueden concretar los cambios ¿para qué hacerlos?

Es algo que la población ha pedido desde hace mucho tiempo, la militancia, gente ha expresado su malestar con funcionarios que lo menos que se debe hacer es quitarlos.

Va depender de la astucia del presidente para ver si logran enviar una luz de cambio y correctivo de lo hecho, pero eso es una decisión que debe tomar el presidente. Claro que si Lorena Peña va a llevar los cambios no serán buenos.

¿Miembros del partido se han aprovechado de sus cargos como funcionarios públicos?

En el partido no se han tomado acuerdos para que los funcionarios pongan a familiares. Esa es responsabilidad de aquellos que los han asignado a ellos y que han permitido que eso pase. Hay muchos casos de este tipo que se conocen en medios de comunicación y redes sociales.

Todos tenemos derecho al trabajo, pero hay normas éticas y leyes que restringen que el presidente de la República nombre a familiares de funcionarios, el nepotismo que ha sido práctica de la derecha el pueblo la ha registrado en funcionarios del FMLN no porque sea política del partido, sino porque ellos se han aprovechado de eso.

¿Hay nuevos ricos en el FMLN?

No tengo información para decir cuánto es lo que acumulan quienes están en los cargos públicos. Sería irresponsable adoptar esa postura que la he visto planteada en medios afines a la derecha. Lo que yo he criticado es que hemos adoptado los estilos de vida de la derecha, nos subimos a las camionetas que tenían funcionarios de ARENA, algunos hasta las renovaron como el caso de Sigfrido Reyes.

Eso es ofensivo, da vergüenza ver la filas de camionetas aparcadas en lugares donde está el festival del “Buen Vivir”, ver funcionarios en tres camionetas –como que no le cabe el ego- eso no es lo que esperaba el pueblo.