Un repartidor de pizza fue capturado in fraganti por cámaras de seguridad de un edificio cuando habría escupido sobre la pizza de un cliente, informaron medios de prensa internacionales.

El joven, de 18 años e identificado como Barak S., fue despedido de la empresa de comidas rápidas y actualmente se enfrenta a dos cargos judiciales que sumados podrían enviarlo a prisión por 18 años.

El hecho ocurrió en la ciudad de Eskisehir, en el noroeste de Turquía, y trascendió a través de los medios luego de que se viralizara el video en las redes sociales.

Las imágenes del circuito cerrado muestran el momento en que Barak S. se inclina sospechosamente sobre la pizza que está por entregar y se toma una fotografía con su celular.

Según recoge Daily Mail, Huseyin Alyuz, el afectado, declaró ante la corte que su sobrino le envió un mensaje de texto para advertirle de lo que había pasado.

Cuando el hombre revisó las cámaras de seguridad, quedó impactado con la desagradable secuencia. 

Por otro lado, el sospechoso habría dicho en la corte que no escupió la pizza y que solo había abierto la caja para asegurarse de que no estuviera dañada, ya que había estado en un accidente en el camino.

“Me enteré de que la persona que ordenó la pizza había maldecido a mi compañera de trabajo Aylin. Sabía que era un cliente problemático. Abrí la caja de la pizza para ver si hay algún problema, para verificar si la pizza todavía estaba intacta”, dijo el sospechoso, según el medio británico. 

Al repartidor se le acusa de “poner en peligro la vida de las personas colocando veneno o estropeando la comida a través de otros medios”. Este cargo conllevaría una sentencia de dos a 15 años de prisión.

Por otro lado, también se enfrenta a un segundo cargo por “dañar los bienes y poner en peligro la salud del cliente“, que tendría una sentencia de entre cuatro meses y tres años de cárcel.