• Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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La mente y el poder del ahora *

La mente y el poder del ahora *

¡La verdad que ya me cansé de que ésta me siga manipulando día y noche!!

De día dale y dale con sus estribillos repetitivos en cualquier hora y lugar. No respeta nada, ni a nadie. Ya sea si estoy en reuniones importantes, en la iglesia o en el acto sexual. Es una impertinente, siempre me interrumpe y me hace pensar lo que ella quiere. Para eso me recuerda el pasado, para echarme culpa o para que sienta que la regué. Yo soy el culpable, ella no, me insinúa.

Otra artimaña es que me llena de angustias al pensar en lo inseguro de lo que vendrá mañana. No hay duda que se han puesto de acuerdo con el tiempo. O me acuerdan del pasado o me angustian por el futuro. Así vive, se alimenta y reina. Ese es su mundo y donde quiere que tu residas.

Con los años he ido aprendiendo que la única forma de pararla es observarla seriamente, sin juzgarla, sólo observarla cuando llega. Darse cuenta que lo está haciendo adrede; tomar consciencia, de que te está jodiendo, sin querer queriendo. Verla como piensa y hacia donde te quiere llevar, sin juzgarla porque se enoja. Sino haciéndote el “Suizo”, mirándola de reojo con el pensamiento en blanco, pero viéndola. Y por supuesto sabiendo que estas tratando con la mala no con la correcta. No es broma es una picara y violenta.

Otra forma de quitarle su pedantería y desarmarla al instante, es darte perfecta cuenta que estas en el lugar que ella quisiera estar. Aquí y ahora. Pero ella no puede, el tiempo no la deja. El que tu estés consciente con los pies en la tierra de la belleza del momento, de todo lo que te rodea. La intensidad del momento, las flores, los pájaros, las nubes. ¡Tú mundo real! Frente a ti y en ti. Mirarte y tocarte y saber que eres tú, nadie más. En pensamiento y obra. Que no estás en el pasado, ni en el futuro, que estas plenamente ahora, en este justo momento. Entonces se retira porque ya no tiene al tiempo como aliado y tú no permites que te manipule. Eres tú no ella en ti.

Por andar diciendo esas cosas a los amigos es que me ataca. Me hace sentir torpe, confunde mis movimientos, trata de desesperarme y me mete canciones y estribillos como un disco sin fin que suena en mi cabeza. O me hostiga por las noches con sueños que dan miedo. Pero yo ya sé que no puede hacerme daño, que los sueños son sueños y al despertar todo eso no existe. Es otro juego para dominarte. Realmente no puede hacerte daño si tu no lo permites. A muchos ha llevado al despeñadero, al suicido, a la desesperación o la locura. Es mala no creas. Pero hay una parte buena, correcta, la que tu utilizas para el análisis, para traducir las emociones en pensamientos de vida, amor y solidaridad. Tiene de súbdito el pensamiento hasta que tú se lo quitas y lo utilizas como debe ser; para gozar la vida en el preciso momento que la vives, acá, en este preciso momento que lees esto, cuando eres tú y no la simulación de otro que ella te hace creer que eres tú. ¿Astuta Verdad?

Pero conmigo ahora se pasó, me hizo tirar mi celular y romper la pantalla. ¡Eso sí que no se lo perdono! Me dejo sin mi juguete preferido; por eso aquí y ahora la dejo el descubierto con un ciento de gentes. ¡Perversa mente torcida!

*La idea central fue tomada del libro. El Poder del ahora de Eckhart Tolle.