• Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:00

Fracasamos Miserablemente Liderando la Nación

Fracasamos Miserablemente Liderando la Nación

En siglas, FMLN. Estamos ante la evidente muestra de incapacidad para gobernar y con el encubrimiento de corrupción generalizada por parte de los funcionarios públicos. Un descarado despilfarro y el uso de medidas populistas desesperadas, para intentar mejorar la imagen del gobierno a un costo altísimo y comprometiendo el dinero de nuestros impuestos en programas de ayuda para delincuentes, “ninis” y mareros, en lugar de combatirlos y han mentido en otorgar bonos a los que los combaten, aún cuando con este fin se han aprobado nuevos impuestos.

Recordemos el origen de ésta crisis. 

Con la llegada del gobierno populista del FMLN, se comenzaron a entregar plazas a personas sin capacidad ni mérito para ejercerlas, pero más importante innecesarias, pero de interés para el partido, pues el 30% de su salario lo entregaban al financiamiento del partido; así hay más de cincuenta mil partidarios a la fecha, esa es la razón por la que el ministro de hacienda y el FMLN se niegan a entregar la información de los donantes del FMLN. Se han creado ministerios, viceministerios y otras entidades sin utilidad, sino con fines populistas o para favorecer a militantes. Y últimamente para proteger a un delincuente internacional (según el Departamento de Estado de USA), le nombran como Viceministro.

A pesar de haber reducido de la manera más absurda los subsidios al agua, electricidad y el gas, los impuestos que cubrían la totalidad de los mismos aún están vigentes en su totalidad. Parece que los reciben solo lo militantes del FMLN, pero nos los cobran a todos los que producimos. El gobierno se atreve a incumplir leyes como la del FODES y atacan a la Sala de lo Constitucional, movilizando empleados públicos afiliados al partido en horas laborales con recursos del estado, pero por otro lado amenazan con descuentos y despidos a los empleados que legítimamente protestan al incumplimiento de leyes por parte del gobierno.

Lamentable y preocupante es la situación de un gobierno que viola reiteradamente la constitución, al igual que el partido FMLN y secuaces en la Asamblea Legislativa; sin responsabilidad alguna y sin que nadie pueda evitarlo y castigar a los funcionarios que cometen este delito.

Los últimos datos demuestran cuanto ha aumentado la pobreza luego de los gobiernos del fmln, dejando en evidencia las mentiras con que han saturado los medios (usando nuestros impuestos) para hacer creer que todo estaba mejor. Se ha comprobado que el FMLN ha colocado en puestos clave a militantes, algunos muy conocidos por su participación política, violentando la constitución. Un ex magistrado de la Corte de Cuentas, que fue destituido por su vínculo con el FMLN ahora aparece de viceministro de justicia y seguridad pública; aumentando el déficit fiscal, provocado precisamente por el incremento innecesario de plazas generalmente ocupadas por militantes incompetentes.

El FMLN está constituido con resentidos sociales que ahora se denominan “ninis”, pretenden vivir del dinero de nuestros impuestos, que el gobierno les regala, a costa del déficit creciente de las finanzas que obliga a un endeudamiento eterno, pues al no haber productividad, llegará el momento en que ni siquiera nos darán más préstamos. Existen instituciones y programas fracasados, que solo buscan la compra de votos y voluntades a costa de la crisis fiscal. Las violaciones a la constitución ocurren cada día sin que nadie haga algo para castigar a los infractores. Se han encargado de ahuyentar la inversión con sus discursos de una ideología fracasada en todo el mundo, con guías destructivas de la economía como ha ocurrido en Venezuela y Cuba. En El Salvador no hay seguridad jurídica con los madrugones legislativos y su mentalidad izquierdista que ve como enemigos a los que los alimentan y producen para pagar impuestos. Han sobrecargado de impuestos a la población productiva y han tenido los mayores ingresos, sin que haya obras tangibles o mejoras en los servicios públicos. La seguridad ha recibido muchísimo dinero para obtener resultados pírricos y cosméticos, solo ayudados por la propaganda gubernamental, pero nada real y efectivo.

El endeudamiento alcanza hasta a nuestros nietos, la capacidad productiva ha sido mermada por las malas políticas públicas, los servicios públicos cada vez son más caros, lo que nos vuelve incapaces de competir en el mercado internacional. La corrupción evidente de funcionarios encargados de promover la inversión y el despilfarro en programas populistas así como la contratación de familiares y partidarios en todos los niveles del gobierno, convirtiéndose en una verdadera lacra social, nos ha llevado a la crisis. Sólo nos alienta el hecho que la gran mayoría de Salvadoreños ya se ha dado cuenta que se equivocaron en las elecciones al votar por el FMLN.