• Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Matanza gay

Usted puede creer que descendemos de Adán y Eva y es válido moralmente y quizá por eso usted de buena fe arrastra en su arquitrabe el pecado de Sodoma.

La masacre en Orlando, Florida en una discoteca precisamente a días del pride gay mundial refleja el daño que a muchas mentes pueden hacer los dogmas y las ideologías.

¿Estaremos de acuerdo que ninguna religión manda matar? No, no es el caso de las tres grandes doctrinas que predominan en la cultura mundial. 

Judaísmo, cristianismo e Islam tienen en común en sus libros sagrados lo que nosotros conocemos como el antiguo testamento bíblico.

Allí según todas las creencias la abominación de la diversidad sexual tiene su origen en Sodoma-Gomorra y, esta errónea lectura de lo sucedido con Lot según la tradición tomó categoría de dogma de fe en las principales religiones para perseguir con menor o mayor violencia a la comunidad LGBTI, particularmente a través de los últimos dos mil años de historia humana.

II

¿Por qué casi todas las civilizaciones que terminaron siendo monoteístas interiorizaron como pecado todo lo que se pensara puede destruir la vida humana cuando los cinco últimos apocalipsis que sufrió la tierra nos permitieron existir?

Primero por el primitivo instinto de sobrevivencia que para el homo sapiens-sapiens tiene origen en la erupción del volcán de Toba, Indonesia que redujo la población alrededor de dos mil humanos hace unos 70-75 mil años.

En todo ese transcurrir del tiempo hemos llegado a 7,000 millones de habitantes y quizá todas aquellos temores primitivos de conservación de la especie debiesen pasar por el tamiz de la neo corteza frontal y ser re conceptualizados. Esa es la lucha cultural actual que no esta exenta de dejar mártires como en Orlando.

¿Reformar las religiones es posible? Si y no, la historia ha demostrado que toda reforma trajo consigo escisiones que generalmente terminaron en rupturas de allí que cleros o líderes religiosos sean reacios a la hermenéutica o exegesis porque pueden salir perdiendo feligresía que se transforma en vida terrenal en menor o nulo poder económico y político, lev motiv de toda iglesia.   

Fue así con Pablo que reformó el dogma de la salvación exclusiva para judíos. No gustó a todos y por eso existe cristianismo y judaísmo, separados pesar de tener la misma raíz-fe.

Estas diferencias se intensificaran hacia el tiempo con el cisma de Oriente que dio como resultado el cristianismo ortodoxo y finalmente en el Renacimiento con la protesta de Martin Lutero.

En la actualidad debido a la crisis de fe en que nos ha embarcado el consumismo ha llevado a la humanidad, religiones todas, ha tener que adaptarse a la era de las tecnologías y redes sociales, esto desde luego ha conllevado ceder terreno en diversos aspectos dogmaticos y por eso hay iglesias como sabores de sorbete. Un último ejemplo es el cambio del Papa Francisco en relación a los divorciados. 

Lo que la historia nos dice, es que Justicia, Leyes, Derechos Humanos, Democracia no pueden esperar a las religiones, iglesias o feligresía para otorgar o validar las formas de vida que son, han sido habituales en la evolución de las sociedades. La homosexualidad data desde el paleolítico, como ha comprobado Atapuerca.

La iglesia siempre al final y arrastrándose ha terminado subiéndose al último vagón del tren de la historia o puede que lo deje pasar y, sería legítimo pero jamás será de buen judío/musulmán/cristiano imponer una manera de pensar y vivir sobre otras ya que, eso, tiene un nombre: guerra.

Corolario:

Somos sociedades democráticas, eso significa la voluntad de las mayorías, pero a la vez conlleva el respeto a las minorías. A quien no le guste que cambie la Constitución y nos vuelva un Estado religioso. 

El Islam, al imponerse a sangre y fuego en Oriente desde la óptica de los occidentales destruyó la tolerancia muy característica de esa región desde los tiempos de Babilonia, Ciro el grande o la multicultural Alejandría en Egipto. 

En la actualidad el fin de la especie no vendrá por la incapacidad de reproducirse entre humanos a causa de una propagación generalizada por leyes a favor de la homosexualidad sino más bien por la idea entre las personas de que los recursos naturales son inagotables y eso puede permitirnos un consumismo irracional a todo nivel.

La mercantilización de las relaciones personales o cosificación de la vida humana no es responsabilidad de los LGBTI sino del sistema económico que nos han dicho es el correcto y que garantizará una mejor calidad de vida para todos si consumimos ilusión.

Usted puede creer que descendemos de Adán y Eva y es válido moralmente y quizá por eso usted de buena fe arrastra en su arquitrabe el pecado de Sodoma.

Pero, ¿qué sucede con los que creemos en la evolución, somos inmorales por ello? ¿Los que nos explicamos la diversidad sexual desde la biología, genética, antropología o sociología, somos dignos de ser llevados a la hoguera o ser ametrallados por herejes?

Es posible que usted no crea que haya que matar al que piensa o es distinto, pero ¿qué sucede cuando hay creyentes que sí? 

Recordemos que la muerte no solo puede ser física como el caso del club gay en Orlando, sino además social, familiar, laboral, educativa cuando es activa o muerte por indiferencia-silencio cuando es pasiva y todas esas fobias se desarrollan en las mentes, como el odio que despertó en el genocida gay por haber visto meses antes en Miami dos hombres besarse y que su fe le valido matarlos.

La lección que deja a todos la masacre de Orlando es que debe tenerse cuidado de no propagandizar un Dios de muerte.