Es el primero en saltar a la cama del pick up para atender alguna emergencia o para ir a patrullar. Se trata del agente "Oso", un perro que policías de la delegación Centenario, de San Salvador, rescataron hace algunas semanas, luego de verlo correr a toda velocidad detrás de un microbús Coaster que circulaba por el centro de la capital.

Para salvarle la vida o que no fuera atropellado por algún irresponsable y quedara lesionado, los policías que fueron testigos del caso optaron por llamarlo y subirlo a un vehículo para llevarlo al puesto en el que ellos están destacados.

Ese día lo alimentaron con lo que pudieron y luego el animal decidió quedarse con ellos buscando su protección y cuido luego de haber sido abandonado por sus dueños.

Los agentes contaron que movía la cola al momento de estar comiendo, y que luego buscó un lugar para descansar. Desde entonces es un elemento más que causó alta en la corporación policial. “Es dócil, bien amigable”, dijo un agente. El problema era ahora cómo alimentarlo, y comenzaron a buscar ayuda con amigos y por medio de redes sociales.

Alejandro Muyshondt, asesor de Seguridad del Gobierno, fue el primero en donar dos sacos de alimento canino para "Oso". Luego, otros amigos de los animales se han ido acercado al puesto policial para brindar su ayuda, para que al agente "Oso" no le falte nunca el alimento.

En Bolivia también se reportó un caso similar al de "Oso", pero en aquel país fueron elementos del Ejército los que adoptaron a dos perros, una hembra y un macho, luego de verlos en la calle y que se les acercaron para pedirles comida.

Hoy, en medio de la emergencia del Covid-19 “Oso” patrulla con ellos y vive con ellos. Hasta duermen en el mismo cuarto.

En El Salvador hay otras mascotas que se han hecho populares, como el caso de "Canelo", quien viven en las instalaciones de la Asamblea Legislativa, y que se supone ea alimentado por el personal de seguridad de esa institución.