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Curiosidades - Historias

Así es Centralia, el pueblo que arde bajo tierra desde hace 60 años e inspiró el horror de “Silent Hill”

La tragedia transformó la localidad en un escenario desolado de niebla y ruinas. Hoy solo quedan cinco habitantes y su historia alimenta leyendas que inspiran películas y relatos de horror.
Centralia Pensilvania
Fotos EST/Cortesía
Así es Centralia, el pueblo que arde bajo tierra desde hace 60 años e inspiró el horror de “Silent Hill”

El drama de Centralia, en el noreste de Pensilvania, Estados Unidos, supera cualquier guion de terror. Más de 60 años después de que un incendio subterráneo se apoderara de sus minas, el humo persiste y solo cinco personas resisten en este enclave desolado.

Su historia, que inspiró la atmósfera de la película “Silent Hill”, convirtió a Centralia en un auténtico pueblo fantasma, un símbolo de abandono y misterio.

Centralia, Pensilvania

Auge minero y origen de la catástrofe

Centralia nació en 1842 como un pueblo minero pujante, impulsado durante décadas por la extracción de carbón.

Todo cambió en 1962, cuando un incendio utilizado para eliminar basura alcanzó una veta de carbón de la mina y se propagó por los túneles subterráneos. Según Espinof, los esfuerzos por apagar el fuego fracasaron y el desastre quedó sellado. Aquello que sustentó la economía local se transformó en la causa de su ruina definitiva.

Centralia Pensilvania Estados Unidos

Incendio perpetuo y éxodo masivo

Lo que comenzó como una labor rutinaria pronto devino en tragedia. El fuego avanzó por galerías invisibles y los expertos citados por Espinof calculan que podría continuar durante más de 500 años.

En 1960, antes del incendio, la población era de unas 1,500 personas. La catástrofe multiplicó la emigración y, en los primeros años 80, quedaban en Centralia solo 1,000 habitantes.

En 1983, el gobierno de Estados Unidos destinó $42 millones para adquirir viviendas y facilitar la salida de los residentes. Aunque existe áreas donde el peligro no es inmediato, los gases tóxicos y el calor subterráneo hacen riesgosa la vida cotidiana. La vegetación quemada y los edificios semiderruidos refuerzan la imagen de un pueblo sentenciado.

Iglesia en Centralia Pensilvania copia

Vida en un pueblo condenado

La gran mayoría de las familias aceptó la compensación y partió, pero unos pocos se negaron a abandonar sus hogares. Según Espinof, en 2005 solo quedaban 11 residentes y, para 2020, la cifra se redujo a cinco.

Sin supermercados ni farmacias, los últimos habitantes deben viajar a Mount Carmel, a diez kilómetros, para satisfacer sus necesidades básicas. El gobierno no prohíbe formalmente la residencia en Centralia, pero desaconseja las visitas debido a los riesgos ambientales.

El ambiente resulta inquietante: calles vacías, árboles muertos y edificios en ruinas bajo una niebla constante. Las referencias a “Silent Hill” abundan en las pintadas y la carretera de acceso da la impresión de entrada a un escenario de pesadilla.

Silent Hill Konami copia
Imagen promocional del videojuego "Silent Hill".

Centralia y “Silent Hill”: inspiración y diferencias

La conexión entre Centralia y la película “Silent Hill” se consolidó en 2006. El director Christophe Gans encontró en Centralia la estética ideal para recrear la sensación opresiva y abandonada que caracteriza la historia.

Aunque la filmación se desarrolló en Toronto, Brantford y Hamilton, el diseño de la película se inspiró en elementos reales de Centralia —la niebla, el humo y la destrucción visible—, como detalla Espinof.

Respecto al videojuego, sus creadores, incluido Masahiro Ito, negaron cualquier vínculo directo con Centralia. Según Ito citado por Espinof, la principal diferencia radica en que en el videojuego nieva, mientras que en la película la ceniza, evocando el incendio subterráneo, domina la atmósfera.

Un legado cultural y un futuro incierto

La tragedia de Centralia rebasó su dimensión local, convirtiéndose en un fenómeno cultural que alimenta la imaginación de cinéfilos y aficionados al terror. Con una nueva entrega cinematográfica de “Silent Hill” en desarrollo, el legado de Centralia parece destinado a perdurar, incluso cuando su presencia física se disipe por completo.

Cuando desaparezcan los últimos habitantes, la historia surgida en 1842 llegará a su epílogo: las casas serán demolidas y Centralia quedará como un recuerdo y un símbolo de pueblo maldito, fuente de una de las atmósferas más perturbadoras del cine y la cultura contemporánea, según concluye Espinof.

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