Eurocopa 2016

Alemania elimina a Italia en una dramática tanda de penales

La selección alemana de fútbol se clasificó hoy para las semifinales de la Eurocopa al superar a Italia en una dramática tanda de penales tras llegara al final de la prórroga 1-1.

La selección alemana de fútbol se clasificó hoy para las semifinales de la Eurocopa al superar a Italia en una dramática tanda de 18 penales tras llegar al fin de la prórroga con empate 1-1.

Toda la emoción compensó el pobre juego exhibido en Burdeos a cargo de dos selecciones más preocupadas por evitar errores que de cometer acierto. Y triunfó Alemania por 6-5 en una increíble tanda de penales.

Italia podrá decir que Alemania nunca la venció aún en un torneo de selecciones tras nueve encuentros disputados entre ambas. Pero es un consuelo ínfimo, puramente estadístico, porque la realidad es que es la selección de Joachim Löw la que jugará una semifinal contra el vencedor de mañana en el duelo entre Francia e Islandia.

El equipo de Antonio Conte fue fiel a sí mismo, no tanto Alemania. Alertado por el partido de España y temeroso de los contraataques del rival, Löw decidió jugar a lo mismo que su enemigo y puso a tres centrales con la inclusión de Benedikt Höwedes y la exclusión del once de Julian Draxler.

Ante esta perspectiva, sólo podía salir un tipo de partido: táctico, como gustan calificarlo los eruditos, y difícil de aguantar despierto para el espectador más neutral o desapasionado.

La primera parte fue un partido de tenis, con la pelota viajando de un lado a otro del campo en un intercambio cortés entre ambas defensas. Los dos entrenadores no recriminaban las pérdidas en campo contrario, sólo las malas entregas en cancha propia. Mientras, las hinchas aplaudían los quites, a falta de otras alegrías estéticas.

Sólo en los minutos finales pareció animarse algo el monótono encuentro con un cabezazo de Mario Gomez que salió alto, un remate de Thomas Müller que le salió blando y una doble ocasión italiana con un despeje de Manuel Neuer que contó en la continuación con un disparo de Stefano Sturaro que sacó Jerome Boateng. Y nada más.

Burdeos había asistido a una primera mitad característica del Calcio porque así lo había aceptado Alemania con su conservadora propuesta, contraria a la mostrada en los cuatro encuentros anteriores que jugó en la Eurocopa. Y con Draxler, uno de sus talentos más destacados, en el banquillo.

Algo cambió en Alemania tras el descanso: la paciencia en ataque. Intentó cuidar más el balón y así llegó su primera gran ocasión a los 53 minutos con un disparo de Müller que sacó Florenzi bajo palos en acrobático esfuerzo. Sí, era otra Alemania. Celosa en la marca, pero con un plan más interesante en ataque.

La custodia del balón obligaba a Italia a vivir cada vez más cerca de su área y con ello disminuían sus opciones de armar contraataques. Decididamente, Conte comenzaba a encontrar motivos para preocuparse.

Y llegó el gol alemán a los 65 minutos, que nació de la acción más improbable. Fue Gomez quien condujo el balón por una banda y sirvió un sensacional pase para la subida de Hector por la banda izquierda. Su pase atrás fue rematado por Özil para llevar el clamor a su hinchada.

Italia entonces entró en estado de shock y Gomez tuvo la ocasión de sentenciar prematuramente el duelo a los 68 minutos con un extraño remate que contó con la espectacular intervención de Gianluigi Buffon, un arquero que parece mentira que tenga 38 años.

No había "Plan B" italiano. A cambio, Alemania se sentía cada vez más segura con el balón, ejerciendo aquello de tocar para defender. La mala noticia para sus intereses fue la lesión de Gomez a los 70 minutos. Se retiró con problemas musculares entre enormes aplausos de sus seguidores y entró Draxler.

Pero hay dos cosas que nunca le faltarán a Italia: el orgullo que le da su escudo y su incomparable forma de castigar los errores contrarios. A los 78 minutos tiró un centro al área y por el aire

aparecieron las insensatas manos de Boateng. Un regalo antológico. Fue penal y Bonucci lo transformó en gol. Hasta entonces Italia no llevaba ni un disparo entre palos.

Esta vez fue Alemania la que entró en crisis mientras Italia encontró en el gol esa bombona extra de oxígeno que necesitaban los pulmones de sus futbolistas. La prórroga era el destino y las precauciones se doblaron. El miedo al error pudo a la tentación del riesgo y nada pasó en el tiempo añadido. 

Los penales decidirían y ahí la moneda cayó del lado alemán después de 18 lanzamientos. Manuel Neuer paró el último lanzamiento italiano, a cargo de Matteo Darmian, y Hector no perdonó ante el angustioso esfuerzo de Buffon, que cerca estuvo de pararlo. El espectáculo fue la emoción y Alemania sonrió.