Nadie sabe cuál será el resultado del Super Bowl LII, que enfrentará a New England Patriots ante los Philadelphia Eagles en el U.S. Bank Stadium de Minneapolis. Lo que sí estás garantizado es que se jugará con la temperatura más baja jamás registrada durante este evento, ya que el termómetro ya descendió hasta por debajo de los -20 grados centígrados.

Las bajas temperatura no ha impedido que las ciudades de Minneapolis y St. Paul sigan recibiendo a los cerca de 125 mil visitantes que se esperan que lleguen durante la celebración del Super Bowl y que han hecho que el valor promedio de las entradas para ver el partido haya superado los 6 mil dólares.

Lo bueno es que el estadio cuenta con tecnología de control de temperatura, y los 21 grados celsius bajo cero que se pronostican para este domingo no significarán ningún problema, o al menos no lo serán durante el encuentro.