Estados Unidos y otros ocho países anunciaron desde este viernes 26 de enero la suspensión temporal del financiamiento para la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) debido a acusaciones de que varios miembros de su personal podrían haber participado en los ataques terroristas de Hamás contra Israel el 7 de octubre 2023.

Los nueve países que retiraron su financiamiento a la UNRWA hasta que todo se aclare son Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Italia, Países Bajos, Suiza, Finlandia y Australia.

Por su parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos expresó su extrema preocupación por las acusaciones y afirmó que han suspendido temporalmente la financiación adicional para la UNRWA mientras revisan estas acusaciones y las medidas que las Naciones Unidas están tomando al respecto.

La ONU anunció, mientras tanto, que ha iniciado una serie de despidos del personal que ha sido señalado de haber participado en los atentados de Hamás en Israel el año pasado y que ha abierto una investigación al interior de la UNRWA para esclarecer las acusaciones.

Estados Unidos reconoció el papel fundamental que la agencia ha desempeñado hasta ahora en la asistencia a los palestinos, proporcionando alimentos, medicinas y salvando vidas. Sin embargo, subrayó la importancia de que la UNRWA aborde estas acusaciones y tome medidas correctivas apropiadas.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha solicitado una investigación rápida y exhaustiva sobre este asunto al secretario general de la ONU, António Guterres. Además, la administración de Joe Biden se ha puesto en contacto con el Gobierno de Israel para obtener más información sobre estas acusaciones.

Israel ha acusado repetidamente a la UNRWA de complicidad con Hamás en Gaza, afirmando que varios de sus miembros son militantes del grupo islamista, algo que la ONU siempre había negado.

Con más de 30,000 empleados, la UNRWA es la mayor organización de Gaza fuera del gobierno de la franja.

El nuevo conflicto en Gaza estalló el 7 de octubre de 2023, cuando el brazo armado de Hamás perpetró una masacre en Israel en la que murieron 1,200 personas. Desde entonces, la ofensiva israelí sobre la Franja ha dejado más de 26,000 muertos y una crisis humanitaria sin precedentes.