La diputada del Partido Nacional de Honduras, Sara Medina Galo, presentó hace aproximadamente un mes una iniciativa para crear la ley de sobrogación de vientres en Honduras o "alquilar vientres " como se conoce popularmente. La propuesta de ley fue enviada a la Comisión de Salud para su revisión.

En la iniciativa de ley se estipulan ciertos requisitos que se deben cumplir para que una mujer pueda alquilar su vientre, así como también las solvencias que debe tener la pareja que está buscando concebir un hijo de esta manera.

Una de las disposiciones es que la mujer que alquile su vientre tiene que ser mayor de 25 años y menor de 45 años, además de haber dado a luz a un niño totalmente sano antes de aplicar a esta nueva modalidad.

Según lo estipula el anteproyecto de ley, la madre que preste su vientre a una familia solo podrá hacerlo una vez en toda su vida y no deberá crear vínculos emocionales con el niño o los niños que nacerán. 

Por otra parte, las parejas que deseen alquilar un vientre tendrán que tener una solvencia económica y solamente calificarán aquellos que sean reconocidos por la ley hondureña como un matrimonio. Además deberán comprobar ser incompatibles con las técnicas de reproducción humana asistida.

De acuerdo con el anteproyecto de ley, el acto de alquilar un vientre puede realizarse de forma gratuita, pero la pareja deberá correr con los gastos del embarazo y resarcir el tiempo en el que la madre gestante no trabaje, además de cubrir los gastos después del parto.

Cierta parte de la población hondureña se muestra a favor de la iniciativa, ya que opinan que hay muchas personas que desean tener una familia

La iniciativa ha generado diversidad de opiniones en las que muchos se muestran a favor y otros en contra de esta.

“Hay que ponerse en los zapatos de todas esas familias que están esperando ser padres y que no han podido por alguna razón”, dijo la diputada.

Sin embargo, hay quienes opinan que esto debería ser estudiado con mayor profundidad y tomar en cuenta los aspectos del país.

Según informan medios locales, el Presidente de la Confraternidad Evangélica, Alberto Solórzano, manifestó que si se aprueba la ley traería consecuencias negativas.

“La maternidad de alquiler es una nueva forma de explotación de la mujer  y tráfico de personas que convierte a los niños en productos comerciales”, manifestó.