Tras ser exhibido como la solución para los atascos en la urbe de China, el prototipo del Transit Elevated Bus (TEB), que fue apodado como “el autobús del futuro” ha quedado estancado y justamente se ha convertido en el causante del tráfico vehicular por el hecho de mantener bloqueada una importante calle.

Es más, los residentes de la zona no pueden siquiera acceder a un tramo de la carretera de la ciudad china de Qinhuangdao (provincia de Hebei) que la empresa que desarrolló este medio transporte alquiló para su instalación. 

Son dos meses los que el futurista bus no se ha movido ni un solo centímetro. Repentinamente las pruebas para convertirlo en realidad fueron detenidas, mientras crecen las dudas sobre su se trata de un proyecto realizable. 

El vehículo presentado se eleva a más de dos metros de altura por encima de la carretera y puede desplazarse por encima de dos carriles llenos de vehículos, podría transportar hasta 1,400 pasajeros y sustituir a unos 40 buses convencionales. 

La prueba realizada por el TEB a comienzos de agosto fue en un trayecto de 300 metros de una carretera local con solo dos carriles de vehículos. 

Sus críticos se preguntan si el autobús podrá pasar por debajo de los puentes de Pekín, cómo hará para circular por las curvas, si es suficientemente fuerte para soportar el peso de los centenares de pasajeros y sobre todo, cuánto le durará la batería. 

El periódico Beijing News señaló que el prototipo usado en la prueba en Hebei era el mismo que se usó en una prueba anterior hace seis años, por lo que considera que el proyecto no ha logrado avances técnicos reales desde entonces.

En septiembre se anunció que el autobús reiniciaría sus pruebas y se invitó a los residentes a que se sumaran a las mismas. Poco duraron los ensayos antes de que el autobús regresara al parqueo donde hoy sigue esperando un futuro mejor.