El partido entre el Olympique de Lyon y el Besiktas, correpondiente a la ida de los cuartos de final de la Europa League, no pudo comenzar a la hora prevista, después de una multitud de aficionados situados en uno de los goles salieran en estampida hacia el césped para escapar de los objetos, petardos y bengalas que les lanzaban desde la zona en la que se encontraban los radicales del equipo turco, informo sport.es. 
Fue el desenlace final de una tarde ya repleta de incidentes, con una batalla campal entre hinchas radicales de los clubs a las puertas del estadio y que provocó la herida de un empleado del Olympique de Lyon.
Con los ánimos muy caldeados y después de que los futbolistas de ambos equipos se retirasen a los vestuarios una vez finalizado el calentamiento, los ultras empezaron a lanzar petardos, bengalas y toda clase de objetos que provocaron que muchos aficionados de la parte baja de la grada bajasen al césped para refugiarse.
El presidente del Olympique de Lyon, Jean-Michel Aulas, abandonó su posición en el palco y se desplazó hasta la zona de los incidentes para intervenir personalmente, mientras conversaba por teléfono, se supone, para saber si el partido finalmente se jugaría o era suspendido.